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Turismo

Los hoteles adelantarán la apertura a marzo, pero sin la oferta complementaria

Restauración, comercio y discotecas subrayan que con una Semana Santa tan prematura es difícil seguir abiertos hasta el inicio de la temporada en mayo

Los empresarios advierten de que la meteorología de abril será clave a la hora de hacer el balance de actividad.

­Hay que remontarse hasta 2008 y 2005 para encontrar en este siglo una Semana Santa tan prematura como la de 2016. Pero esta circunstancia en el calendario no necesariamente resulta inocua, y en muchos casos condiciona la actividad empresarial que se va a mantener durante las fechas posteriores hasta el inicio de la ‘gran temporada turística’ en mayo. ¿Qué va a suceder este año? Los hoteleros son los más optimistas y pronostican una apertura mayoritaria de su planta de alojamiento tras las citadas fiestas. Pero son los únicos a la hora de augurar una prolongación de su actividad, ya que comercios, restaurantes, salas de fiesta o atracciones turísticas no ocultan que el efecto puede ser el contrario: a la vista que durante todo abril la actividad turística volverá a ser mínima, la mayoría prevé un nuevo cierre de los negocios hasta mayo, lo que supone una apreciable caída en la actividad económica.

El argumento es compartido por todos los sectores de la denominada oferta complementaria consultados por Diario de Mallorca: si la Semana Santa se celebra entrado ya el mes de abril, se aprovecha esta fecha para subir las barreras del negocio ya con carácter definitivo hasta octubre, cuando la temporada turística se da por concluida, dado que es viable aguantar un par de semanas con poca actividad durante ese periodo del año hasta que se produce la reactivación de mayo. Pero cuando el Viernes Santo cae un 25 de marzo como este año, la “travesía por el desierto” se prolonga durante todo un mes, lo que supone el sacrificio excesivo de tener que asumir gastos de personal y de suministros cuando la facturación se mantiene bajo mínimos.

Los hoteleros son los que en estos momentos mantienen las previsiones más optimistas, dado que desde su federación mallorquina se señala que las consultas realizadas en el sector apuntan a que en marzo estará abierta el 53% de su planta (en 2015 por esas fechas ese porcentaje había sido del 41,2%), mientras que en abril se anuncia que estarán ya activas el 80,2% de esas instalaciones (de nuevo por encima del pasado año, cuando esa tasa fue del 72,7%).

Según los cálculos de esta patronal, durante esos dos meses el grado de ocupación de sus plazas rondará el 50%.

El secretario general de la federación de CCOO que agrupa a la hostelería, la restauración o el comercio, Ginés Díez, también se decanta por el optimismo: “los tour operadores están luchando por tener camas aseguradas en las islas ante los problemas de otros destinos, y las están contratando a los hoteleros con garantía, de forma que si no las ocupan, se las van a tener que pagar igual”.

De este modo, el representante sindical se muestra convencido de que la prematura Semana Santa de este año va a suponer el pistoletazo de salida para la temporada turística, con un elevado porcentaje de planta de alojamiento abierta a partir de ese momento con la ayuda de los viajes de la tercera edad que están programados. “Y si los hoteles abren -añade-, abren los comercios, los restaurantes, los bares y las discotecas”.

Pero en el resto de sectores empresariales, los pronósticos son notablemente más prudentes, y no se oculta que, tras aperturas durante 10 días en Semana Santa, abril se puede caracterizar por un cierre masivo de negocios en las zonas turísticas.

El presidente de la asociación de salas de fiestas y discotecas de Balears, Jesús Sánchez, reconoce que los planes que en estos momentos maneja su sector son muy prudentes, con aperturas puntuales en Semana Santa de muchos negocios (no hay que olvidar que estas fechas son aprovechadas para visitar la isla por colectivos jóvenes como los viajes de estudios), para volver a echar el cerrojo hasta que la temporada turística se reactive, como va a ser el caso de la BCM. En el caso de Tito’s, actualmente mantiene en torno a un 20% de actividad, que se elevará hasta un 40% o un 45% en Semana Santa, pero no alcanzará su punta del 100% hasta mayo.

En conjunto, Sánchez anuncia que la planificación de estas empresas es ir elevando su actividad progresivamente a partir de finales de marzo, pero sin entrar a pleno ritmo hasta mayo, aunque admite también que “el sector está detrás de la roca, a ver como evoluciona la llegada de visitantes”.

Algo similar señala el presidente de la asociación de restauración de Mallorca, Alfonso Robledo, el cual subraya que para un pequeño negocio como es un restaurante resulta imposible asumir los gastos que implica el permanecer abierto si no acude la clientela.

En este sentido, cree que habrá un buen nivel de establecimientos que abrirán en Semana Santa, “aunque no serán todos”, para luego cerrar a no ser que se compruebe que la afluencia de visitantes durante el mes de abril se mantiene. Y en este apartado, considera que el ‘factor meteorología’ va a ser clave. En cualquier caso, el pronóstico inicial es que en abril habrá una apreciable caída de la actividad en relación a lo que hubiera sucedido si la Semana Santa se hubiera retrasado algo más.

El presidente de la patronal de comercio Afedeco, Rafael Ballester, hace un análisis bastante similar al de Robledo: tras las aperturas puntuales de esas fiestas, es probable que en abril se encadenen muchos cierres hasta mayo, aunque también apunta que este sector permanecerá ‘tras la roca’, y que la decisión final dependerá de la afluencia real de visitantes y de factores como el tiempo.

A esta tesis se suma el presidente de la asociación de atracciones turísticas de Mallorca y de la confederación de patronales turísticas de las islas, Antonio GonzálezAntonio González. En su opinión, la meteorología va a ser un factor determinante, pero admite que “lo que la experiencia nos dice es que cuando la Semana Santa se celebra tan pronto como este año, en abril se produce una fuerte caída de la actividad”.

En este sentido, el representante de la oferta especializada turística recuerda que “las empresas no son una ONG” y esgrime que no son viables si los ingresos no permiten compensar los gastos que se producen.

En este sentido, valora los negocios vinculados a la actividad turística que siguen apostando por mantener las puertas abiertas a lo largo de todo el año, ya que se llegan a vivir situaciones como el “afrontar días en los que el número de clientes es inferior al de trabajadores”.

Esto explica que desde el sector empresarial se insista en reclamar a las distintas administraciones el que se apliquen ayudas (como reducciones en tasas municipales o en algunos impuestos) para aquellos negocios que apuestan por combatir la estacionalidad y seguir operativos los doce meses del año

Si el representante de CCOO no ocultaba su optimismo, el secretario general de la federación de hostelería, restauración y comercio de UGT en las islas, Antonio Copete, se alinea con las previsiones de la oferta complementaria.

En su opinión, los antecedentes existentes respaldan la teoría de que si la Semana Santa se adelanta en exceso, el mes de abril se caracteriza por el cierre de muchos negocios para proceder a la reapertura durante mayo.

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