Los alquileres turísticos siguen centrando el debate entre los empresarios mallorquines, que reclaman una regulación a las viviendas vacacionales que los particulares ponen en el mercado. Desde un planteamiento realista, los profesionales reconocen que es imposible vetar los arrendamientos turísticos, pero sí exigen a las instituciones públicas que tomen cartas en el asunto para lograr que paguen impuestos.

Así lo aseguró el empresario Álvaro Middelmann, adjunto a la presidencia de Air Europa, quien reconoció que es una tendencia que "no se puede parar". "Lo único que pido es que se declaren los alquileres, porque son los ingresos derivados de una actividad económica y deben pasar por Hacienda", declaró.

En la misma línea se manifestó la gerente de la Asociación de Apartamentos Turísticos en Balears, Irene Perelló, quien reconoció que hay que "establecer límites, aunque sea difícil" y propuso elaborar una relación de dónde están las viviendas.

El delegado territorial del Banco Santander en Balears, Ignacio Alcaraz, recordó las molestias que suponen los alquileres vacacionales para las personas que viven todo el año en un edificio. "Lo que interesa de este debate es si hay que potenciar el modelo de alquiler turístico", manifestó.

La directora general de Turismo del Govern, Pilar Carbonell, recogió el guante y afirmó que "las Baleares no pueden estar fuera del mercado de alquileres turísticos, pero no todas las viviendas deben legalizarse" Carbonell propuso que "tiene que haber unos criterios mínimos de calidad" y será el Govern quien se encargue de marcar esos límites.

Por parte de Holidaycheck, el responsable de ventas en las islas, Carlos Acosta, resaltó que las viviendas vacacional son "un nuevo formato de consumo". Más allá de la exigencia de una nueva legislación -que también reclamó-, recordó la necesidad de ganarse una reputación online, tanto en los negocios tradicionales con los arrendamientos entre particulares. "Hay un 50% de clientes que sí opina y el otro 50% está cansado de que les insistan en poner sus valoraciones. No siempre recibimos opiniones excelentes", aseveró el experto.

Josep Canals, de Cosmo Group, expuso sus conocimientos para mejorar el trato que reciben los clientes. La hospitalidad fue la máxima que predicó. "Las redes sociales valoran la hospitalidad de cada establecimiento y a día de hoy tenemos un suspenso en Baleares. La hospitalidad comienza desde la base, desde el taxista, el supermercado o el policía que pone una multa. Sin embargo, los profesionales del sector turístico la entienden como un acto, no como un hábito", explicó. En ese sentido, sostuvo la necesidad de tener "empleados felices" y de "pagarle a cada uno lo que se merece".

Debate sobre la ecotasa

El nuevo impuesto turístico también suscitó debate en la segunda mesa redonda. La patronal de apartamentos turísticos rompió una lanza a favor de la nueva tasa. "Estamos a favor de la tasa de turismo sostenible, aunque tenga elementos negativos. Según un estudio, dos de cada tres clientes cambiaría su forma de actuar en el destino para mejorar el medio ambiente", aseguró Perelló.

Dos fueron los aspectos más criticados por los profesionales: el calendario de implantación y el destino de los fondos. "Me parece un error garrafal si la ecotasa se implanta a partir de mayo del año que viene. Es un misil a la línea de flotación del sector turístico, sobre todo del hotelero", expuso Middelmann.

Respecto a la segunda de las críticas, Alcaraz defendió modificar el borrador de la normativa y replantear a qué se destinan los ingresos del impuesto. "Nos hemos precipitado en la implantación de la ecotasa. El impuesto ya lo tenemos aquí, pero donde hay que hacer un esfuerzo en buscar consenso es en la utilización de los fondos que se recaudarán", sostuvo el directivo bancario.

La presidenta Francina Armengol, en su discurso de clausura, anunció el compromiso de debatir ese aspecto de la nueva ecotasa. Sin embargo, no modificaron su postura sobre la implantación para el 2016.