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Sanidad

Alumnos de Enfermería detectan casos de maltrato en hospitales

La Facultad crea un protocolo para que estudiantes en prácticas sepan cómo denunciar estas situaciones

Imagen de la última graduación de la facultad de Enfermería y Fisioterapia.

Las memorias de los estudiantes de Enfermería y Fisioterapia que hacen prácticas en hospitales y residencias de las islas describen en ocasiones casos de maltrato u de trato inadecuado; incidencias que han presenciado y que por supuesto no encajan con lo que les han estado enseñando en la carrera. Ante este hecho, la facultad ha creado un protocolo para que sus estudiantes puedan denunciar más fácilmente estas situaciones.

La profesora Pilar Sánchez Cuenca explica que los estudiantes en prácticas tienen muchas veces “una visión más crítica y una mayor sensibilidad” que les permite detectar “lo que no se está haciendo bien”.

Trato inadecuado

Sánchez Cuenca, quien además ocupó el cargo de Defensora del Usuario del Sistema Sanitario Público entre 2010 y 2011, precisa que no se refiere tanto a casos de maltrato físico -más evidente, más fácil de detectar y de denunciar- sino de trato inadecuado u otro tipos de maltrato (emocional, psicológico, de abandono).

Así, se quieren evitar situaciones que van desde gritar al paciente a tratarlo con un tono paternalista; cosificarlo (como que dos miembros del personal hablen de sus cosas personas mientras hacen una cura o trasladan al paciente); humillarlo; no darle agua o los servicios que necesite; no facilitarle los cauces para que presente una reclamación; no hacer todo lo posible para evitar que desarrolle úlceras por presión...

En las evaluaciones de final de prácticas los profesores de esta facultad han leído con relativa frecuencia episodios de poco respeto a la intimidad del paciente -no cerrar la puerta mientras se le hace la higiene, por ejemplo-; no responder a tiempo a sus necesidades básicas; trato discriminatorio ante personas que son de otra cultura; no facilitarles a las personas mayores que sigan usando su dentura postiza durante su estancia en el hospital...

También han detectado alguna situación “que ha puesto en serio peligro al paciente”. Sánchez-Cuenca, que no quiere dar muchos detalles, recuerda un caso del curso pasado de “grave riesgo” por el que incluso una alumna de la facultad tuvo que acudir a declarar como testigo en un juicio.

La Comisión de Calidad de la facultad decidió impulsar el protocolo de Prevención y Actuación ante el Maltrato, el PAMT, “para acompañar al alumno que vea casos de abuso, discriminación o maltrato y quizás se sienta solo y asustado y tenga miedo de denunciar”. Asimismo, el protocolo servirá para que haya una guía exacta de pasos a dar. Con el PAMT la solución de la situación ya no dependará exclusivamente del criterio personal, la experiencia y la sensibilidad de cada profesional, sino de una serie de criterios y pasos.

El maltrato, precisa la profesora, no siempre es culpa de algún miembro del personal sanitario ya que también existe el maltrato institucional: el que se produce porque el sistema no garantiza los recursos mínimos para atender correctamente a los pacientes o no por no estar estos bien planificado u organizados. Por ejemplo, se consideraría un maltrato institucional no responder a la llamada de un paciente porque no hay en ese momento personal disponible; o que, ante la falta de traductores o mediadores culturales, se transmita la información sobre el estado de salud de una persona inmigrante a través de su hijo que sí conoce el idioma.

Recortes y maltrato institucional

Recortes presupuestarios como los sufridos los últimos años incrementan las posibilidades de que se produzca este maltrato, señala la enfermera, ya que la contratación es más precaria, hay menos personal, más rotación y por tanto más dificultad para establecer vínculos con el paciente...

Sánchez-Cuenca cree además que puede haber bajado el número de reclamaciones ya que en el actual contexto hay usuarios con miedo a que no se les atienda. Además, el anterior Govern suprimió la figura de Defensor del Usuario del sistema público de salud de Balears.

Colectivos más vulnerables

Las personas mayores y los niños son los colectivos más susceptibles de sufrir un trato inadecuado. Respecto al resto de usuarios de edad adulta, están especialmente en riesgo quienes llegan en condiciones más precarias: inmigrantes, personas en riesgo de exclusion social o personas que desconocer cómo funciona el sistema sanitario y no saben cómo moverse.

A la Comisión de Calidad de la facultad de Enfermería le preocupa especialmente que se lleguen a interiorizar como algo normal estas malas prácticas. Por eso, argumenta, el protocolo no solo persigue que los estudiantes denuncien, sino que lideren “un cambio de mirada”. El objetivo, asegura, no es que el estudiante sea visto como un delator “sino como un aliado en la mejora”.

El protocolo ha sido elaborado por siete personas y cuenta con un diseño de indicadores; factores de riesgo y un flujograma sobre lo qué hay que hacer en cada caso. La guía fue presentada al anterior equipo del Ib-Salut, que se mostró interesado en el proyecto, y la idea es volver a exponerlo a los actuales gestores.

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