José Ramón Bauzá lo tendrá algo más difícil para dejar maniatada su sucesión al frente del PP balear, que debe producirse esta semana entrante. El alcalde de Campos, Tià Sagreras, de 31 años, ha aceptado ser el candidato de los críticos para lograr la presidencia interina del partido hasta el congreso extraordinario de 2016. Sagreras y sus colegas sublevados contra Bauzá reaccionan así a las maniobras del depuesto líder popular para colocar en el cargo al exalcalde de Montuïri, Jaume Bauçà, durante el impasse.

"¿Qué perfil es mejor de cara al mensaje de renovación que queremos dar a la sociedad: un alcalde joven y ganador como Tià, que gobierna, u otro que se ha visto arrastrado por el tsunami?", reflexiona en voz alta uno de los barones díscolos que aplauden "el coraje" de Sagreras con su gesto.

Casi 700 votos más que Bauzá

El alcalde de Campos fue un caso excepcional el 24-M. En lugar de perder votos -la tónica general de los pueblos gobernados por el PP-, obtuvo 500 más que en 2011 y le sacó 673 votos a José Ramón Bauzá (la candidatura de Sagreras recibió 2.803 sufragios y logró la mayoría absoluta, mientras que los autonómicos descendieron hasta los 2.130; un claro castigo en clave local a la figura del expresidente del Govern). Por contra, el candidato montuïrer perdió 75 votos respecto a 2011, que le han costado la alcaldía.

El sector crítico ha reaccionado rápidamente tras constatar que el padrino de Jaume Bauçà es el propio José Ramón Bauzá, con la ayuda de José María Rodríguez y Martí Juaneda. El presidente del PP de Palma y el exasesor del Consolat han hecho estos días un sinfín de llamadas y gestiones para invitar a números uno del partido en la part forana a una comida mañana en Montuïri. Quiere ser un acto de apoyo expreso a la candidatura del exalcalde de la localidad como el hombre de consenso que debe dirigir la transición.

Inicialmente a los alzados les iba bien Jaume Bauçà, por su perfil de político municipal y regionalista. No obstante, el "interés desorbitado" mostrado por Rodríguez y Juaneda para auparle ha terminado por delatar la estrategia del aparato. En contraposición a la comida en Montuïri, los críticos han organizado horas antes una merienda en Maria de la Salut, para apoyar a Sagreras y sopesar sus apoyos.

En teoría, José Ramón Bauzá debe dimitir entre mañana y el martes. El miércoles está previsto que se celebre el comité ejecutivo regional, que debe elegir al sustituto interino. No obstante, la reunión de este órgano de dirección del PP balear aún no se ha convocado, y a los críticos no les extrañaría que la cúpula la retrase más. "Bauzá insiste en ganar tiempo, ha querido ir este fin de semana a la conferencia política del partido en Madrid todavía como presidente", explica un cargo popular alineado con los díscolos. "Quiere conservar cierta ascendencia y poder de decisión, por eso necesita dejar a sus peones bien colocados", remacha en alusión a Jaume Bauzá.

Aunque el sector crítico recupera la iniciativa al poder presentar una alternativa con Sagreras, es plenamente consciente de que puede perder ante los ´bauzanistas´. El todavía presidente del partido controla a buena parte de los 122 miembros que conforman el comité ejecutivo, y, de haber votación, su candidato montuïrer podría imponerse sobre el alcalde campaner. Con todo, ese final no preocupa en exceso a los sublevados: "Aunque perdiéramos, Bauzá quedaría retratado una vez más. Solo con presentarle una alternativa los críticos salimos reforzados", se muestra convencido uno de ellos.