La sanidad pública balear sigue poniendo obstáculos y trabas a los inmigrantes en situación irregular que intentan ser atendidos de alguna patología, pese a que la ley les ampara. El último caso documentado por la organización humanitaria Metges del Món es el de un ciudadano senegalés de 61 años de edad que, estando hospitalizado por una cardiopatía en Son Llàtzer, fue derivado a Son Espases para que se le practicara una prueba diagnóstica que le fue denegada por carecer de permiso de residencia.

"Se solicita coronariografía diagnóstica (un cateterismo mediante el cual se inyecta un contraste que permite ver si hay alguna obstrucción de las arterias coronarias) que no se realiza porque el paciente no tiene permiso de residencia/cobertura por la seguridad social. El paciente llega a ser enviado a H. Son Espases.", consignó en el informe de alta hospitalaria el cardiólogo que le atendió en Son Llàtzer.

Según relataron fuentes de Metges del Món, B.G.S. paciente senegalés de 61 años que reside desde hace cinco años en Mallorca, ingresó en el hospital de Son Llàtzer el pasado 5 de mayo por una crisis hipertensiva. El paciente había sido operado de un cáncer de rinón en 2011 y desde entonces vive con uno solo, lo que le provoca crisis hipertensivas frecuentes que, desde que entró en vigor el pasado 1 de septiembre de 2012 el real decreto-ley que impide una asistencia sanitaria regular a los inmigrantes en situación irregular, soluciona acudiendo a los servicios de urgencia hospitalarios.

Ese mismo día quedó ingresado en Son Llàtzer. El Servei de Salut confirmó todos estos hechos y reveló que siete días después del ingreso hospitalario, el 12 de mayo, el cardiólogo que le estaba atendiendo decidió remitirle a Son Espases para que se le practicara la citada prueba diagnóstica. "Para ello, el día 13 fue trasladado a Son Espases en una ambulancia pero en el servicio de cardiología se le negó la prueba", admitieron fuentes oficiales del Servei de Salut que, en su descargo, alegaron que no se trataba de una prueba urgente.

Tras esta negativa, el paciente fue devuelto a Son Llàtzer donde el especialista que le estaba tratando decidió, dada su estabilidad clínica, darle el alta hospitalaria y hacerle un seguimiento en consulta externas de cardiología del citado hospital. El paciente salió del hospital con su informe de alta el pasado 14 de mayo.

Pese a que ayer este rotativo pudo hablar en persona con el paciente senegalés desatendido y este refiriera que, pese a que el cardiólogo que le atendió consideró oportuno hacerle un seguimiento en consultas externas, todavía no se le había avisado de cuándo tenía que acudir a la cita médica, las citadas fuentes del Servei de Salut aseguraron que la consulta ya estaba fijada para el próximo 17 de junio y que hoy mismo contactarían con el paciente para comunicarle la próxima cita médica.

La duda que subyace en todo este asunto es si esta celeridad en la atención del inmigrante en situación irregular obedece al interés mostrado por este medio de comunicación en este caso o si, en realidad, estas desatenciones sanitarias documentadas son solo la punta del iceberg de un problema de mayores dimensiones.