Lo que llama la atención de todo este asunto es cómo un paciente que ha sido derivado de un hospital del Servei de Salut a otro para que se le haga una prueba diagnóstica y que incluso ha sido trasladado en un vehículo oficial, se tope con esta negativa a practicársela en Son Espases y sea devuelto al centro sanitario emisor en el mismo vehículo oficial sin ser atendida la petición que provocó el traslado.

Desde la entrada en vigor del real decreto 16/2012 estas negaciones de atención sanitaria son habituales -la organización Metges del Món asegura tener documentadas más de 330 irregularidades-, pero lo son cuando el solicitante de la prestación acude a título personal al centro sanitario y allí se encuentra con un funcionario con excesivo celo o que no ha terminado de asimilar los supuestos en los que debe ser atendido este colectivo, pero nunca cuando la petición procede de un centro sanitario del mismo Servei de Salut. Porque los supuestos que establece el real decreto para la atención sanitaria de los inmigrantes en situación irregular son diáfanos. Y en caso de tener que ser asistidos en urgencias por enfermedad o accidente, todo el proceso es gratuito hasta el alta médica del paciente, que no es necesariamente cuando sale del hospital.