El fiscal Anticorrupción, Juan Carrau, apoya la propuesta planteada por la defensa del expresident del Govern, Jaume Matas, que ha pedido que se suspenda el ingreso en prisión mientras se tramita el indulto. Al tratarse de una pena inferior a los tres años de prisión, el fiscal entiende que debe suspenderse el ingreso mientras el Gobierno sigue con el proceso administrativo para resolver esta medida de gracia, que hace más de un mes Matas presentó ante la Delegación del Gobierno, precisamente para no ingresar de inmediato en prisión.

Aunque la postura del fiscal no es vinculante, sí es importante de cara a la resolución de esta propuesta de la defensa. Lo más lógico es que el tribunal acepte esta suspensión, como ha hecho en otros casos en los que el condenado que pide esta medida de gracia debe cumplir una pena de prisión inferior a los tres años de cárcel. Matas fue condenado a nueve meses por el Tribunal Supremo, que lo declaró culpable de un delito de tráfico de influencias. Sea cual sea la decisión final que adopte el tribunal, ésta no se conocerá hasta el próximo año. Por tanto, está descartado que el exlíder político ingrese en la cárcel durante estas fiestas navideñas.

Aunque no existe un calendario establecido sobre la tramitación burocrática de las peticiones de indulto, el Ejecutivo suele tardar un año en dar una respuesta. Sin embargo, ya la pasada semana el ministro de Justicia, cuyo departamento tramita esta petición, ya adelantó que no observaba motivos para conceder el indulto a su compañero de partido. Alberto Ruiz Gallardón señaló que no encontraba razones de "equidad, justicia e interés público", que justifiquen que se acepte esta propuesta de Matas. Y, además, el ministro señaló que hasta ahora nunca se ha concedido un indulto por un delito de tráfico de influencia. La fiscalía, con este dictamen, responde a la petición del tribunal, que pidió que se pronunciara sobre la propuesta de suspensión de condena que había planteado la defensa de Jaume Matas. También debería pronunciarse la abogacía de la comunidad autónoma, que actuó como acusación en el juicio del caso discursos, que supuso la primera condena penal contra el expresident del Govern. Aunque inicialmente la Audiencia de Palma le impuso una pena de seis años de prisión, el Supremo aceptó una gran parte del recurso planteado por la defensa de Matas y fijó la condena en nueve meses de prisión. Aunque legalmente a Matas se le podría conceder la libertad, porque su pena es inferior a los dos años de cárcel, el tribunal entendió que era merecedor de ingresar en prisión. Las magistradas criticaron que el expresident no haya mostrado todavía una sola muestra de arrepentimiento. Y, además, justificaron que si no se dictaba el ingreso en prisión, podría lanzarse un mensaje de impunidad ante la corrupción.