Cristina Galmés, estudiante de 3º de Maestro de Infantil en la UIB, tiene concedida una beca Erasmus para viajar a Florencia el próximo semestre. Si Wert hubiese mantenido la suspensión de la ayuda, se hubiera ido sin ningún tipo de apoyo económico ya que ha quedado excluida de las ayudas que aporta la UIB por no tener el nivel de italiano que exige su universidad de destino. "Y un alquiler compartido sale a unos 250 ó 300 euros por cabeza, es carísimo", apunta. Cree que este tipo de becas de movilidad son muy importantes ya que salir al extranjero "sirve para ampliar tu horizonte" y, destaca haciendo mención a estos tiempos de crisis y emigración, "aprender a moverte fuera". Gabriel de Hevia, estudiante de Derecho y presidente del Consell d´Estudiants, aplaudió que al menos los Erasmus de este curso ´se salven´, pero cree que la supresión de esta ayuda es "muy injusta" y recordó que se suma a medidas como el aumento de tasas o la supresión de la aportación para las becas Séneca.