La marea mallorquina por la educación pública es verde, pero podría haber sido naranja (color que finalmente se desechó por una cuestión puramente estética). Finalmente, la Plataforma Crida se decantó por el verde "casi por casualidad" en su primera visita a Plaça 18, la empresa que se encarga del estampado. No se eligió ese color que ahora tanto inquieta al Govern para estar con sintonía con las protestas de Madrid. La elección tampoco tuvo nada que ver con el tono de la esperanza, aunque muchos sientan que ´sí se puede´ al vestir la prenda.

La isla vio su primera camiseta en la primavera de 2012, tras la primera asamblea de Crida, que tuvo lugar el 15 de marzo en el colegio Es Pont. Al principio, se vendían previa petición por internet. En abril ya circulaban un millar, la cifra máxima que Crida esperaba conseguir siendo muy optimista.

Hoy Crida roza las 30.000 existencias vendidas (18.000 desde que empezó la huelga). En las dos últimas semanas, en cuanto abren un punto de venta se generan unas colas similares a las que se ven en los conciertos de Justin Bieber. Mallorca vive la locura verde y la camiseta se ha convertido en un potente y codiciado símbolo de unión en defensa de la enseñanza pública. Y sólo por cuatro euros. El beneficio de cada prenda no llega al euro y se destina parte para la caja de resistencia y parte para actividades de Crida. El objetivo "no es hacer negocio" y aunque hay tiendas interesadas en vender su género, ellos siguen apostando por la venta directa, aunque eso les complique la vida y se vean "desbordados".

La comisión encargada de esta cuestión recuerda sus principios, cuando eran sólo ocho personas gestionando las ventas y la impresión. Ahora son 12 y "no tienen tiempo material" para asumir la demanda. Todo el mundo quiere su símbolo para ir a las concentraciones frente al Parlament o a la manifestación del domingo.

Tanto es así, que ya hay gente que está diseñando camisetas falsificadas (más caras que las originales). Algunos optan por comprarse camisetas verdes en grandes superficies (sorprendidas con este inusual pico de ventas) o utilizar cualquiera con ese tono que tengan por casa. Y si no tienen camiseta verde, cualquier cosa de ese color vale para expresar su apoyo a la causa:en las manifestaciones se ven desde paraguas hasta deportivas. El merchandising de la protesta se amplifica (también hay chapas con el lema ´Inglés, sí; TIL, no) y también ´se apaña´: en algunos centros y asociaciones de padres se hacen talleres para diseñar desde pendientes con forma de pequeña camiseta hasta pegatinas o colgantes para enganchar.

Mañana todo el mundo prepará su equipación reivindicativa para la manifestación del domingo cuando la locura verde será epidemia en Palma.