Los socialistas mantendrán su ofensiva en contra de la importación de residuos del exterior a Mallorca con el objetivo de paralizar la llegada de los barcos que traerán la basura, a pesar de que el Gobierno insular ha dejado claro que se trata de una decisión firme. El PSOE prepara iniciativas en contra de una operación que considera "ilegal", según afirmó la pasada semana el diputado socialista Cosme Bonet. Para los socialistas, el informe del 20 de diciembre del secretario general del Consell y de la interventora de la institución insular deja claro que la importación de residuos para incinerarlos en Son Reus "implica una modificación del contrato que regula la concesión del Servicio de Gestión de Residuos Urbanos de Mallorca" a la empresa Tirme, por lo que la operación no puede autorizarse si no se modifica el actual contrato. Para ello, según recuerdan, el nuevo contrato deberá someterse a exposición pública durante un mes, durante el cual se podrán presentar alegaciones, antes de que sea aprobado por parte del pleno del Consell. De no hacerlo así, los barcos que llegaran cargados de "basura" para incinerarla en Mallorca se encontrarían en una "situación de absoluta ilegalidad". Frente a ellos, Soler insiste en que el citado informe no conlleva la paralización de la llegada de residuos, sostiene que en este asunto el Gobierno insular está actuando con total transparencia y reitera que el objetivo de esta operación es el de no aumentar la tasa de basuras que pagan los ciudadanos.