María Magdalena Tortella, más conocida como Malén Tortella, fue la gerente de Emaya entre 2007 y 2011. Tortella ya estaba encausada en el sumario de la Operación Ossifar, pero ayer por la tarde volvió a ser citada como imputada para declarar sobre la supuesta oficina fantasma dedicada a la compra de votos para UM.

La exgerente, defendida por Gregorio San José, está acusada por su antiguo subordinado Germán Chacártegui, director de Limpieza de Emaya entre 2007 y 2009, de ordenar el amaño de numerosos concursos públicos.

Tortella también habría sido la jefa del departamento no oficial dedicado aparentemente a la atención del ciudadano, pero presuntamente volcado en la captación de votos para consolidar el gran aumento electoral de UM tras las municipales de 2007.

Según el arrepentido, las personas que trabajaban en esa oficina dependían de Tortella, quien a su vez estaba a las órdenes de la gerente de Emaya, la teniente de alcaldesa Cristina Cerdó.

Sí atendían las quejas

Fuentes próximas al desaparecido partido nacionalista han rebatido las acusaciones y mantienen que la oficina fantasma sí se dedicó a atender las quejas de los vecinos sobre problemas de limpieza, agua o basuras.

Las mismas fuentes han añadido que en ese departamento trabajaron personas próximas a UM, pero que, en absoluto, usaron fondos o medios públicos para captar o comprar sufragios.

Miquel Nadal, expresidente de UM y antiguo edil en Palma la pasada legislatura, montó antes de las elecciones del 2007 una xarxa (red) para impulsar su campaña electoral en Palma. Como trampolín de su equipo electoral Nadal, defendido por Josep Zaforteza, habría empleado fondos y personal del Consell Insular, del que fue vicepresidente por UM entre 2003 y 2007. Esa red, presuntamente, se extendió, tras los comicios de mayo del 2007, al Ayuntamiento de Palma y a la conselleria de Turismo.