El arquitecto Santiago Calatrava, imputado en el caso Palma Arena por presunta malversación de caudales, y otros delitos, cobró del anterior Govern del PP un millón de euros por elaborar un anteproyecto del Palacio de la Ópera, que no ha aparecido en ningún sitio. Calatrava tendrá que declarar ante el juez José Castro el próximo día 18 sobre un proyecto, cuyo expediente aprobó el Ejecutivo de Jaume Matas en apenas cuatro días, con un fin de semana de por medio y sin concurso público.

Una de las 26 piezas separadas en las que ha sido dividido el sumario del Palma Arena, para agilizar la instrucción y enjuiciamiento, versa sobre los 1,2 millones de euros que Santiago Calatrava cobró del Govern por la Ópera.

Jaume Matas planteó aquel proyecto como una iniciativa personal y en plena campaña electoral de las elecciones autonómicas y municipales de 2007. Matas también está encausado en esta pieza separada. La Policía plasmó hace unos meses en un informe sus sospechas de que el expresident del Govern pudiera haberse lucrado personalmente con parte de los 1,2 millones de euros de fondos públicos.

El 27 de abril de 2007 el president del Govern anunció que Santiago Calatrava había diseñado para Palma un Teatro de la Ópera, que se ubicaría en un extremo del Moll Vell y que tendría un coste de unos 100 millones de euros.

Por esos días se acababa de inaugurar el velódromo Palma Arena, que, es el núcleo central de este sumario, abierto en 2008. Las elecciones municipales y autonómicas, donde Matas era el candidato a president del Govern por el PP, se celebraron un mes después, el 27 de mayo.

El 24 de abril, Santiago Calatrava A.G., una sociedad vinculada al prestigioso arquitecto, ingeniero y escultor, firmó un contrato con un organismo del Govern dedicado a la construcción de centros y equipamientos escolares, el Institut Balear d´Infraestructures i Serveis Educatius (Ibisec).

Según los datos publicados en el Boletín Oficial de les Illes Balears, Calatrava pactó cobrar del Govern 1,2 millones de euros para diseñar dos maquetas, una del Teatro de la Ópera y otra de la Bahía de Palma, un vídeo de alta calidad sobre el proyecto y, lo que era más importante, el anteproyecto del edificio.

De acuerdo con las facturas obrantes en el expediente, el anteproyecto del arquitecto costaba un millón de euros, las maquetas 60.000 euros cada una y el vídeo promocional otros 80.000 euros. En total el contrato ascendió al 1,2 millones de euros citados.

En el Govern no hay documento o plano alguno que respalde la entrega del millonario anteproyecto.

Posteriormente, se supo que el Govern al abonar la factura a la empresa de Calatrava incluyó 165.000 euros por IVA, sin que, al parecer, estuviese obligado a pagar ese impuesto. El despacho del arquitecto estaba domiciliado en Suiza y, según expertos de la conselleria de Hacienda, el Govern no estaba obligado a pagar el IVA por aquella operación.

La caja de madera donde llegó a Palma la maqueta de la Ópera llevaba rotulados el nombre de Santiago Calatrava y de la ciudad suiza de Zurich. Matas no pudo materializar su ambicioso proyecto al perder las elecciones.