No a la privatización del aeropuerto

Los trabajadores del aeropuerto de Son Sant Joan no quieren ni oír hablar de la privatización del aeropuerto. La gran mayoría de los consultados defiende que continúe al frente la empresa pública Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Auguran que con la llegada de empresas privadas al aeródromo palmesano no se mejorará la gestión, se incrementará la precariedad laboral entre los trabajadores y habrá más costes y limitaciones para las empresas de servicios que tienen su principal punto de negocio en el aeropuerto.

José Nadal, trabajador de servicios aeroportuarios de Aena, resumía de manera gráfica lo que puede ocurrir con la privatización: "Pasará lo mismo que cuando se privatizó Iberia. Nunca ha vuelto a ser lo mismo. Habrá más precariedad laboral y la gestión no será mucho mejor, ya que las empresas privadas primero mirarán por sus intereses antes que por la calidad de los servicios".

Otros trabajadores, como el caso de Rafael Rodríguez y Lluís Emanuelsson, trabajadores de las rampas de carga, mostraron su escepticismo por lo que pueda pasar con la decisión del Gobierno. "En estos momentos ­–apuntaron– es difícil vaticinar si la privatización va a mejorar los servicios del aeropuerto. Lo que está claro es que esta noticia crea incertidumbre entre la gente, pero debemos mirar hacia el futuro".

Ayer, en los bares y lugares de reunión de los trabajadores de Son Sant Joan no se hablaba de otra cosa que no fuera el anuncio de que los principales aeropuertos pasarán a ser gestionados por empresas privadas. Los más optimistas recordaban a sus compañeros que en los principales países europeos y en Estados Unidos los aeropuertos están privatizados y se tiene un buen concepto de la gestión que se está realizando. El ejemplo más utilizado fue el de los aeródromos ingleses donde incluso hay empresas españolas concesionarias de servicios aeroportuarios.

No obstante, la mayoría prefiere continuar como hasta ahora y que la gestión esté del todo controlada por el Estado. Yolanda Guijarro, trabajadora de un ´rent a car´, recordaba que las empresas privadas "siempre aplicarán las políticas que les beneficien a ellos y no nos dejarán margen a las empresas que vivimos del aeropuerto". Laura Cano, empleada de un mayorista de viajes con sede en Son Sant Joan reflexionaba sobre las consecuencias que puede tener esta decisión sobre la principal industria de las islas: "Sin duda alguna la privatización perjudicará de forma importante al turismo que viene a Mallorca".

Algunos trabajadores consultados no quisieron profundizar en las consecuencias de la privatización. Es el caso de Jaime Bord, recolector de carritos de maletas, quien afirmó: "A mí me da igual siempre que conserve el trabajo".