El tráfico marítimo de mercancías y pasaje entre Balears y la península se ha transformado en un enorme embudo, cuesta pasar y el precio supera al de otras rutas similares europeas. Un trabajo de campo elaborado por la Dirección General de Transporte Aéreo y Marítimo del Govern compara, por ejemplo, las conexiones Palma-Barcelona y Atenas-Lipsi (isla al sur de Samos). La primera, de 240 kilómetros, cuesta 742 euros para cuatro pasajeros en camarote que pasan el vehículo. El enlace griego, de 283 kilómetros y en las mismas circunstancias, asciende a 306 euros con la compañía Anek Lines.

Los desajustes afectan a viajeros, pero también a empresarios, quienes han nutrido de quejas la citada Dirección General, adscrita a la conselleria de Movilidad. Los suministros de algunas empresas mallorquinas acumulan en los puertos peninsulares retrasos de hasta un mes. Las compañías más acuciadas por las demoras y los precios son los proveedores de mercancías peligrosas –oxígeno y nitrógeno para hospitales, ácido sulfúrico para desaladoras, butano para la calefacción, cloro para piscinas, etc...–. "El porte desde la península se ha encarecido este año un 21% y un 23% entre las islas. En sólo cinco años se ha disparado un 120%", precisa un industrial que prefiere mantenerse en el anonimato.

Estos empresarios dependen casi en exclusiva de un operador, Acciona-Trasmediterránea, puesto que el único que fleta un barco exclusivo de carga apto para artículos peligrosos. "El transporte cuesta más desde Barcelona a Mallorca que de Bali a España, y esto es así tanto para nosotros como para cualquier tipo de género", sostiene.

Un documento interno de la Cámara de Comercio al que ha tenido acceso este diario cifra en un 30% el sobrecoste de los productos ocasionado por el transporte.

Para el Govern y los industriales, el problema reside en la ausencia de competidores. Baleària y Acciona Trasmediterránea se reparten el pastel sin la sombra de un rival. La lista de navieras que han desaparecido de aguas baleares o han sido fagocitadas es extensa. En los ochenta y principios de los noventa atracaban Suardiaz, Trans-Balear, Naviera Mallorquina, Contenemar, Marítimos de Alcúdia, Naviera Subirats o Naviera Fontanet. La última en caer ha sido Iscomar.

Un empresario, en una nota remitida a la conselleria de Movilidad, sostiene que trasladar una plataforma de 20 pies le costaba hace cinco años 420 euros, frente a los 993 euros actuales. Pero no sólo eso, también denuncia la semejanza de precios. El año pasado, apuntan, la diferencia entre contratar con uno u otro operador no iba más allá de los cinco euros.

Nuevo contrato

Por este motivo, la conselleria de Movilidad, en manos del Bloc, ha elaborado un documento reivindicativo dirigido al ministerio de Fomento. Para reforzar su posición, han solicitado la firma de la Cámara de Comercio y las patronales CAEB y PIMEM. Para el próximo año, Fomento adjudicará los contratos para prestar el servicio de transporte marítimo en las líneas de interés general entre la Península con Baleares, Canarias y Ceuta y Melilla.

Cuando eso ocurra, el Govern quiere que el Ejecutivo central introduzca una serie de cláusulas. En primer lugar, que se fije un precio máximo, frecuencias y capacidad para el transporte de mercaderías, y no sólo para los pasajeros y los vehículos como hasta ahora. "Todas las islas del Mediterráneo, excepto Balears, tienen rutas con la península consideradas como servicio público", se queja el Govern. La Administración autonómica también exige un incremento del espacio en los puertos y los buques dedicado a la carga, así como una mejora de los equipos de estiba.