La comisión judicial revisó palmo a palmo los interminables 657 metros cuadrados de la vivienda del matrimonio Matas-Areal, en la calle San Felio. A las siete y media de la tarde de ayer, el abogado del ex president, Rafael Perera, salió al balcón del palacete a anunciar que el registro todavía duraría, por lo menos, una hora más. Saludó y sacó una foto a los periodistas que aguardaban en la calle. Ambiente festivo.

El registro en la vivienda de Bartolomé Reus de la calle Ramón de la Cruz de Madrid, donde la familia Matas ha vivido de alquiler, confirmó el alcance del dinero invertido en esa casa y sus enormes dimensiones. Se sospecha que el inmueble es también de Matas.

En el interior del edificio, los investigadores indagaban bajo el asesoramiento de Rafael Balaguer, director de la Oficina de Información Deontológica del Colegio de Arquitectos de Balears y perito recurrente en las numerosas investigaciones de la Fiscalía Anticorrupción. Ayer, más que buscar escobilleros de 375 euros, que sí estaban en uno de los servicios, la inspección se centró en el alcance de la rehabilitación de la vetusta vivienda.

Matas se quedó con todo el primer piso de la antigua casa señorial conocida como Can Sales Menor y también compró otros elementos de la nueva configuración del inmueble. Su propiedad está dividida en 487 metros cuadrados de vivienda; 60 de aparcamiento y 110 de zonas comunes. El juez Castro y sus acompañantes accedieron ayer por las dos escaleras: la noble que arranca en el patio central y la común o general.

Al final de los peldaños nobles, se extiende una galería exterior privativa del ex ministro de Medio Ambiente con Aznar. Si arregla una servidumbre en favor de los antiguos propietarios del inmueble, podrá disfrutar en exclusiva de un paradisíaco jardín en pleno casco antiguo de Palma. Can Sales Menor fue rehabilitada con mimo y en su reforma se respetó la fachada de piedra autóctona, la cubierta de teja de cerámica y la carpintería exterior de madera. Todo ello elevó la suma destinada a la reforma.

Siguiendo las informaciones de las denuncias anónimas contra Matas, la comisión judicial se centró en la búsqueda de un cuadro de Domenico Bianchi, supuestamente comprado en una conocida galería de Palma por unos 45.000 euros. También siguieron el rastro de potentes equipos de televisión y sonido de la marca Bang & Olufsen. Para dar fe de lo que encontraron, los investigadores sacaron fotos de numerosas obras pictóricas. Los guardias civiles requisaron un televisor de lujo para efectuar una comprobación al parecer sobre su origen.

Las indagaciones de la Guardia Civil en los comercios adonde acudieron Matas y Areal para comprar mobiliario y menaje dan fe de su gusto. En una sola tienda de decoración de Palma, la esposa del antiguo dirigente del PP desembolsó 106.248 euros. Esta cantidad la invirtió en menaje y vajillas. La belleza exterior debía ir acorde con la interior. Y fue así como en una tienda de muebles adquirieron cómodas y otros enseres valorados en 16.863 euros, cantidad entregada en metálico, aunque luego se redujo la factura a 10.800 euros.

Un comerciante detalló que la mujer de Matas encargó las compras, entre ellas, varias decenas de metros de "muletón francés" y otros tipos de telas exquisitas. Todos estos utensilios concuerdan con el poderío que ilustraba las muñecas de la pareja. Un reloj de señora Cartier modelo Tank Allongée (12.894 euros), un anillo de oro de 18 kilates (5.000 euros) o un Rolex Daytona con bisel de brillantes y esfera de nácar (23.000 euros) fueron algunos de los objetos comprados en una relojería. Ayer se revisó un mueble relojero y se miraron las joyas de los Matas, que Perera calificó de "bisutería". La Guardia Civil buscó también una caja fuerte, pero no la halló.