En un intento de que el Pacto vuelva a sumirse en una crisis interna al estilo de la del golf de Son Baco, el PP anunció ayer que presentará una enmienda para forzar una votación en el Parlamento sobre la prolongación del tren desde sa Pobla hasta Alcúdia, cuyo trazado mantiene dividido al PSOE y UM, por un lado, y al Bloc por el otro.

La diputada conservadora Catalina Soler informó ayer que su partido registrará en breve 31 enmiendas al decreto ley de medidas ambientales para impulsar las inversiones en Balears –conocido como Decreto Grimalt por el apellido de su impulsor, el conseller de Medio Ambiente–. Sin duda, la más polémica será una que reclama que "se ejecute el proyecto de llevar el tren hasta Alcúdia antes de 2010 por el trazado sur", explicó Soler. Para rizar el rizo, la enmienda "será calcada de la moción aprobada por unanimidad el 10 de julio de 2008 por el pleno del Ayuntamiento de Alcúdia", que unió al PP, UM y PSOE para exigir al Govern que la prolongación de la línea ferroviaria se realizara por la parte más próxima a la Albufera, al contrario de lo planteado por la conselleria de Movilidad –que gestiona el Bloc–, cuya intención es instalar las vías en paralelo a la carretera sa Pobla-Alcúdia.

"El trazado sur no afecta a ninguna zona protegida", defendió Soler, añadiendo que la enmienda persigue que "que este Govern debata y de una vez por todas diga si quiere o no quiere tren hasta Alcúdia". La parlamentaria recordó que "tenemos el dinero del Estado para el convenio ferroviario, pero no vemos la voluntad del Pacto de prolongar el tren hasta Alcúdia", insistió.

Al tener que votarse la enmienda –bien en comisión, bien en una sesión del Parlamento–, el objetivo del PP es lograr que vuelva a repetirse el desencuentro de los partidos que conforman el pacto de gobierno, copiando el modus operandi de UM, que presentó una enmienda al Decreto Nadal para autorizar el campo de golf de Son Baco (en Campos) que el Consell había desclasificado, y que todavía colea porque no se ha votado.