Los colegios de Médicos y de Enfermería de Balears reclaman que los ataques de pacientes a su colectivo sean a partir de ahora considerados como atentados contra empleados públicos y que no sean despachados "como una mera falta con multas que oscilan entre los veinte y cuarenta euros", denunció ayer Joan Gual, presidente de los facultativos de las islas.

En una rueda conjunta, Gual y la presidenta del Colegio de Oficial Enfermería, Antònia Martin, señalaron que quieren lanzar un mensaje muy claro: hay que parar esta espiral de agresiones de pacientes a médicos y enfermeras que, en su opinión, está aumentando.

De la misma manera, confirmaron que ambos colectivos se personarán como acusación particular contra el paciente que el pasado miércoles agredió a un médico, a una enfermera y a un paciente en el hospital de Son Llàtzer y que en el futuro harán lo mismo ante cualquier agresión física violenta que se produzca contra un miembro de sus respectivos colectivos "para intentar conseguir un castigo ejemplar para el agresor".

Gual recalcó que, para el cambio de la calificación de falta a atentado contra empleado público para este tipo de actuaciones, cuentan con el apoyo de la Fiscalía. El presidente del Colegio de Médicos recalcó que "no queremos que estas agresiones acaben con la calificación de una simple falta y con una multa de entre veinte y cuarenta euros. Si se considerasen estos hechos como un atentado contra un empleado público y el acusado fuese declarado culpable tendría que afrontar una pena que podría oscilar entre los dos y cuatro años de prisión".

Por todo ello, el máximo responsable de los médicos animó a los profesionales que padezcan algún tipo de agresión por parte de sus pacientes a "denunciar".

La presidenta de las enfermeras recalcó que estas agresiones repercuten en la calidad de la prestación de la atención sanitaria, que es necesario actuar contra "esta minoría violenta" y recordó que su organización cuenta con una póliza de seguros que cubre este tipo de percances.

Más seguridad

Ambos colectivos señalaron que el protocolo de actuación previsto ante estos ataques "no es suficiente ni está teniendo resultados óptimos" por lo que han remitido una carta al director general del Ibsalut, Josep Pomar, para incrementar las medidas de seguridad. "Ante un ataque el médico puede llamar por teléfono a los servicios de seguridad pero ésta actuación no es lo suficientemente rápida. Sería más eficiente un botón de alarma", barajó Antònia Martin.

Por su parte, también el Sindicato Médico de Balears (Simebal) instó a la conselleria de Salut a que adopte más medidas preventivas ante estas agresiones. El Simebal exigió más dotación económica para preservar la seguridad en los centros con medidas como el incremento de vigilantes y la instalación de cámaras de seguridad.