Alrededor de trescientas personas se manifestaron ayer por las calles de Palma para reclamar una solución al problema del Sáhara Occidental que pasa, en opinión de los convocantes, por el reconocimiento del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.

A la protesta acudieron buena parte de los 135 niños saharauis que este verano, como el resto de los estíos desde hace 21 años, son acogidos por familias baleares.

La presidenta de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Balears, Ventura Vaquer, reclamó que se cumplan de una vez las resoluciones de la ONU y que permitan a los saharauis decidir sobre su futuro sin presiones.

Vaquer señaló que se ha escogido esta fecha de mediados de julio para llevar a cabo esta reivindicación, que se realizó en varias ciudades españoles, aprovechando que la totalidad de los aproximadamente diez mil niños acogidos este verano ya estaban con sus familias temporales para que pudieran asistir a las protestas.

Entre los asistentes a la manifestación se pudieron ver rostros conocidos como el de la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, el teniente de alcalde de participación ciudadana, Eberhard Grosske, el presidente de Dret Humans de Mallorca, Bernat Vicens, la presidenta del Institut de la Dona, Lila Thomàs, o Margalida Capellà, de la Memoria Histórica, entre otras personalidades.

La consellera Santiago recalcó que el pueblo saharaui merece un reconocimiento internacional porque siempre ha intentado hacer valer sus derechos sin recurrir a la violencia ni al integrismo. "Tenemos una deuda moral y política con ellos", abundó.

Por su parte, Grosske admitió la dificultad para resolver la situación de este pueblo olvidado que no tiene ningún interés geoestratégico para nadie. "La política internacional es un auténtico pantano que se mueve por múltiples intereses ocultos", lamentó.

La manifestación, que partió poco antes de las siete y media de la tarde desde la plaza de España, concluyó tras un recorrido por el centro de la ciudad en la plaza Major, donde se procedió a la lectura de un manifiesto.