"Ni el mismo Petrov sabe el dinero que puede tener". Así de expresivo se mostró uno de los agentes que durante los últimos años ha investigado el asentamiento de las bandas mafiosas rusas en España y, sobre todo, al jefe del grupo en Mallorca. Petrov es un hombre extremadamente rico. Su patrimonio está valorado en cientos de millones de euros. Tiene cuentas bancarias en varios países y sus vínculos empresariales no se limitan sólo a España o Rusia, también tiene negocios en otros países.

Dentro de la inmensa riqueza que guardaba en su casa de la urbanización Sol de Mallorca, a los investigadores les llamó la atención que guardara en la caja fuerte un anillo de diamantes que, a juicio de los expertos, podría valer alrededor de un millón de euros. En su casa colgaban cuadros de los más importantes pintores españoles del último siglo, como Joan Miró y Miquel Barceló. No eran copias o litografías, eran obras originales. Se ha intervenido documentos que demuestran esta autenticidad. "Vale más lo que tenía dentro de la casa que el propio chalé", señalaba ayer un investigador.

Pero a pesar de la riqueza que había acumulado a Petrov no le gustaba llamar la atención. Solía moverse discretamente. Conducía un coche de lujo, pero como uno más de los muchos que circulan en Mallorca. Eso sí, tenía un espectacular barco amarrado en el Club de Mar y a la hora de viajar nunca lo hacía en líneas comerciales, sino que utilizaba un avión privado.

Durante años se han controlado los viajes que ha realizado Petrov a su país. Cada año viajaba varias veces. Allí necesitaba rodearse de un servicio privado de seguridad. Circulaba en un convoy con coches blindados, escoltado siempre por un vehículo lanzadera que disponía de un lanzagranadas.

Sin embargo, una vez en Mallorca ya no necesitaba estas extremas medidas de seguridad. Sabía que en la isla apenas le conocía nadie y cuanto más desapercibido pasara, mucho mejor. Aunque no se privaba de ningún lujo, procuraba no llamar la atención por su alto nivel de riqueza. Esta clase de personajes de la mafia no suele cometer delitos en la ciudad donde reside. Petrov, con la ayuda de los otros tres detenidos, estaría controlando desde su chalé de Sol de Mallorca sus asuntos. Realizaba inversiones en todo tipo de negocios, sobre todo inmobiliarios, y había montado para ello un complicado entramado empresarial para blanquear los cientos de millones de euros que se procedían del negocio del crimen. Los investigadores están analizando todos los movimientos económicos que se han realizado a través del centenar de cuentas intervenidas. En los chalés donde vivían los mafiosos se ha intervenido documentación que podría utilizarse para desentrañar la ingeniería financiera creada alrededor de la mafia rusa.