El borrador de la futura ley de Vivienda, cuya finalidad es facilitar el acceso a un hogar digno a todos los ciudadanos, ha sufrido dos importantes cambios, dentro del proceso de negociación entre los partidos del Pacto.

La intención del Govern es ahora estipular que en ningún caso el incremento de promociones urbanísticas que se acojan a la futura ley supere el crecimiento límite establecido por el Plan Territorial de Mallorca (PTM) a cada municipio mallorquín, con una excepción, Palma.

Así, y por lo que ha podido saber este diario de fuentes del Pacto, en la capital sí podrá superarse el crecimiento máximo permitido por el PTM para la próxima década, es decir, 211,53 hectáreas (si bien en 2005 ya se habían consumido 107 hectáreas).

La segunda innovación destacada obedece a la polémica generada desde que se dio a conocer el borrador de la ley por permitir la construcción de nuevos pisos sobre zonas de suelo rústico inmediatamente colindantes con los núcleos urbanos, las llamadas áreas de transición de crecimiento, una iniciativa a la que se opone el Bloc.

El acuerdo que propone ahora el PSOE -cuyo conseller Jaume Carbonero es el impulsor de las nuevas medidas- es que se dé prioridad al levantamiento de pisos en suelo urbano, y en segundo lugar en suelo urbanizable, relegando así a la última posición la construcción en el suelo rústico de transición.

Concurso público

Como es sabido, la ley prevé que el Govern elija por concurso público los terrenos sobre los que se pretenda construir nuevas viviendas, de las que el 50% deberán ser a precio tasado y/o de promoción pública.

A cambio los promotores obtendrán facilidades para agilizar las obras e incluso levantar más alturas que las permitidas por la normativa urbanística, todo ello en aras a sacar al mercado casas a precios más asequibles.

De mantenerse este cambio en el texto definitivo, se puntuará menos a los solares en suelo rústico, para evitar su urbanización. El PSOE quiere dar celeridad a las negociaciones, para sacar la ley cuanto antes.