El grueso del sumario de la llamada Operación Relámpago, contra una presunta trama de lavado internacional de dinero y de supuestas estafas inmobiliarias, está depositado, desde hace unos días, en un armario blindado y de seguridad. La causa está siendo tramitada por el juzgado de instrucción 7 de Palma, que, al igual que otras oficinas judiciales, padece carencias en los medios técnicos de apoyo, como impresoras o fotocopiadoras.

Los tomos del caso Relámpago estaban hasta hace unos días guardados en un simple armario carente de cerraduras o de otros mínimos elementos de seguridad.

Las sospechas de que un almacén de instrucción 7 ubicado en el edificio judicial de sa Gerreria pudiera haber sido violentado en la noche del 27 de mayo por unos desconocidos, llevaron a los responsables de la custodia del sumario de Relámpago a reclamar mejores medidas de seguridad para la causa.

Fuentes anclajes

El ministerio de Justicia reaccionó con rapidez y facilitó al juzgado de instrucción 7 un armario especial, diseñado con materiales resistentes al fuego, fuertes anclajes e incluso una combinación de seguridad.

Los tomos con los documentos han sido almacenados en este armario, pero se teme que pronto se quede pequeño ante el rápido crecimiento de la causa.

Las diligencias permanecen bajo secreto sumarial, pero día a día se van acumulando informes y otros documentos a la causa.

El juzgado también arrastra problemas con las impresoras y fotocopiadoras, como falta de tinta u obsolescencia de las máquinas. Estas carencias estarían ralentizando el avance de unas pesquisas que se prevé serán muy largas.

Años de instrucción

Aunque la idea de los responsables de la investigación es agilizar al máximo las pesquisas, ya desde el inicio de la operación Relámpago se vaticinó que la instrucción judicial podría durar varios años.

De momento, fiscalía anticorrupción, Policía y Agencia Tributaria están siguiendo unas pistas concretas y unas determinadas líneas de investigación sobre un número concreto de asuntos.