Las puertas de las oficinas del Ibavi de la calle Manuel Azaña de Palma no dejaban de abrirse y cerrarse ayer por la mañana. La mayoría de gente acudía a informarse sobre la Hipoteca Jove, la fórmula que ha lanzado el Govern para facilitar el acceso a una vivienda a jóvenes de entre 18 y 35 años.

Algunos como Antonia y Juan se mordían los labios de "rabia". Hacía sólo dos días que habían formalizado -cada uno por su lado- una hipoteca "normal". Ya no pillaron a tiempo la ´oferta´ del Govern.

Otros, como María del Mar, se van ilusionados porque el futuro empiezan a verlo un poco más claro. Tiene 23 años y vive con su marido Rodrigo, de 25. Ella hace trabajos temporales pero él tiene un contrato fijo de más de un año de antigüedad; uno de los requisitos imprescindibles para acceder a la hipoteca. Maria del Mar se hace un pequeño lío con el Euribor ("es del 50%") pero entiende que la fórmula de la Hipoteca Jove le beneficia. Por de pronto, no necesita aval. "Mi padre me avisó porque lo había leído en el periódico y esta tarde ya venimos a firmar. Ahora vivimos en alquiler. Hemos llegado a pagar hasta 500 euros. Pero así la casa será nuestra".

Un buen plan

Martín tiene 32 años. Es argentino. Lleva ocho años viviendo en Mallorca y sale de la oficina del Ibavi con el impreso sellado. Eso significa que, para el Govern, cumple los requisitos exigidos. Ahora tendrá que ir al banco -La Caixa o Sa Nostra- para que le otorgue la hipoteca. Aquí el Govern ya no tiene nada que decir. Es la entidad financiera la que decidirá si la solicitud es válida. En cualquier caso, para Martín -que se quiere comprar una casa en la Vileta- éste es "un buen plan de cara a la integración de los extranjeros" a los que suelen exigir más condiciones, dice. "Aquí no te piden nada. Con el aval del Govern basta".

Otro que ayer se acercó a la oficina del Ibavi en Palma-en su caso para pedir información- fue Elías. Tiene 20 años y las ideas muy claras. "Vi el otro día en la tele lo de la Hipoteca Jove. He pasado por aquí con el coche, he visto el cartel y me he parado". Primero se queja: "Mucha gente para tan poco espacio", refiriéndose a la oficina que atiende al público. Pero la Hipoteca Jove le parece "un gran logro para el país". Él vive en casa con su familia y lo que quiere es independizarse. Se lleva la información con los requisitos y se marcha con la idea de empezar a buscar un piso.

Lorena acaba de llegar y se pone a la cola. Quiere pedir información porque hizo los trámites por internet pero dice que aún no la han llamado. Le adelantan los que tienen cita previa, como Ángeles y Xisco. "Esto me parece demasiado bonito para ser verdad", plantea recelosa. Tiene 25 años. "Yo llevo mucho tiempo buscando piso. Pero en el banco te piden muchos avales. Además la mayoría de viviendas se venden a través de inmobiliaria y aún son más caras. Estoy mirando pisos de 26 ó 27 millones de pesetas. No sé qué me dirán aquí. Mi novio también vive con sus padres y necesitamos intimidad; volar del nido". Ése es el deseo de la mayoría de los jóvenes. Habrá que ver cómo le irá a Lorena.

Es el turno de Ángeles y Xisco que llegaron a la oficina del Ibavi con cita previa. Ellos realizaron los trámites a través de internet sin problemas. Tienen 22 y 21 años. Ángeles tiene trabajo fijo. "Venimos con todos los papeles; a ver qué nos dicen". Al cabo de unos minutos de hablar con la funcionaria, les faltaba un certificado. Xisco sale a buscarlo. Al final les sellan el papel del Ibavi. Salen aliviados. "Esta tarde nos vamos al banco. Hemos pedido libre en el trabajo. Nos han dicho que, como somos jóvenes, seguramente la hipoteca será a 40 años". Cuando tengan 62 años la casa será definitivamente suya.

El contrato

La exigencia de contrato fijo con una antigüedad mínima de un año o el ejercicio de una actividad profesional por cuenta propia durante ese tiempo es un impedimento casi insalvable para muchos. Grecia es ecuatoriana, ayer cumplía 35 años, la edad límite para acceder a la Hipoteca Jove. En enero le conceden la nacionalidad española. Trabaja en "una casa" con contrato temporal. "Mi marido trabaja en la construcción, pero no es fijo. Veremos si podemos hacer algo".