El XXIII Concurs de trepitjar raïm de Binissalem no ha defraudado y ha regalado una tarde vistosa y llena de aromas propios de sa Vermada. No ha faltado el esfuerzo colectivo tanto del grupo de los competidores infantiles como de los adultos a la hora de pisar las uvas mediante el sistema tradicional. Tras una demostración de los más pequeños sin entrar en competición, ha empezado el concurso en la plaza de la iglesia que en esta ocasión contó con 455 participantes, de ellos, 257 eran niñas o mujeres.
FOTOS | Festa des Vermar de Binissalem
Manu Mielniezuk
El XXIII Concurs de trepitjar raïm de Binissalem no ha defraudado y ha regalado una tarde vistosa y llena de aromas propios de sa Vermada. No ha faltado el esfuerzo colectivo tanto del grupo de los competidores infantiles como de los adultos a la hora de pisar las uvas mediante el sistema tradicional. Tras una demostración de los más pequeños sin entrar en competición, ha empezado el concurso en la plaza de la iglesia que en esta ocasión contó con 455 participantes, de ellos, 257 eran niñas o mujeres.
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