Un silencio sepulcral, sin murmullos. Tampoco ninguna nota musical. Solo el sonido rítmico de los pasos de los cofrades y el arrastre de las cadenas de los penitentes sobre el suelo. Pese a la dificultad de elegir si una procesión gana en solemnidad con el estruendo de los tambores o en absoluto silencio, pero el barrio de Sant Pere, envuelto en un mutismo absoluto, ofreció escenas impresionantes este Miércoles Santo para quienes se acercaron a vivirlo en primera persona. «En su origen se llamaba procesión del Silencio y queremos recuperarlo. Por eso no salen bandas, solo los Tamborers de la Sala delante y un grupo pequeño junto al Cristo para marcar el paso», explicaban ayer desde la cofradía.
FOTOS | Semana Santa 2024: La procesión del Cristo de la Santa Creu
Manu Mielniezuk
Un silencio sepulcral, sin murmullos. Tampoco ninguna nota musical. Solo el sonido rítmico de los pasos de los cofrades y el arrastre de las cadenas de los penitentes sobre el suelo. Pese a la dificultad de elegir si una procesión gana en solemnidad con el estruendo de los tambores o en absoluto silencio, pero el barrio de Sant Pere, envuelto en un mutismo absoluto, ofreció escenas impresionantes este Miércoles Santo para quienes se acercaron a vivirlo en primera persona. «En su origen se llamaba procesión del Silencio y queremos recuperarlo. Por eso no salen bandas, solo los Tamborers de la Sala delante y un grupo pequeño junto al Cristo para marcar el paso», explicaban ayer desde la cofradía.
FOTOS | Semana Santa 2024: Medio millar de cofrades participaron en la procesión del Cristo de la Santa Creu.
Manu Mielniezuk
Un silencio sepulcral, sin murmullos. Tampoco ninguna nota musical. Solo el sonido rítmico de los pasos de los cofrades y el arrastre de las cadenas de los penitentes sobre el suelo. Pese a la dificultad de elegir si una procesión gana en solemnidad con el estruendo de los tambores o en absoluto silencio, pero el barrio de Sant Pere, envuelto en un mutismo absoluto, ofreció escenas impresionantes este Miércoles Santo para quienes se acercaron a vivirlo en primera persona. «En su origen se llamaba procesión del Silencio y queremos recuperarlo. Por eso no salen bandas, solo los Tamborers de la Sala delante y un grupo pequeño junto al Cristo para marcar el paso», explicaban ayer desde la cofradía.
FOTOS | Semana Santa 2024: La procesión del Cristo de la Santa Creu
Manu Mielniezuk
Un silencio sepulcral, sin murmullos. Tampoco ninguna nota musical. Solo el sonido rítmico de los pasos de los cofrades y el arrastre de las cadenas de los penitentes sobre el suelo. Pese a la dificultad de elegir si una procesión gana en solemnidad con el estruendo de los tambores o en absoluto silencio, pero el barrio de Sant Pere, envuelto en un mutismo absoluto, ofreció escenas impresionantes este Miércoles Santo para quienes se acercaron a vivirlo en primera persona. «En su origen se llamaba procesión del Silencio y queremos recuperarlo. Por eso no salen bandas, solo los Tamborers de la Sala delante y un grupo pequeño junto al Cristo para marcar el paso», explicaban ayer desde la cofradía.
FOTOS | Semana Santa 2024: La procesión comenzó a las 20.30 en la iglesia de la Santa Creu.
Manu Mielniezuk
Un silencio sepulcral, sin murmullos. Tampoco ninguna nota musical. Solo el sonido rítmico de los pasos de los cofrades y el arrastre de las cadenas de los penitentes sobre el suelo. Pese a la dificultad de elegir si una procesión gana en solemnidad con el estruendo de los tambores o en absoluto silencio, pero el barrio de Sant Pere, envuelto en un mutismo absoluto, ofreció escenas impresionantes este Miércoles Santo para quienes se acercaron a vivirlo en primera persona. «En su origen se llamaba procesión del Silencio y queremos recuperarlo. Por eso no salen bandas, solo los Tamborers de la Sala delante y un grupo pequeño junto al Cristo para marcar el paso», explicaban ayer desde la cofradía.
FOTOS | Semana Santa 2024: La procesión del Cristo de la Santa Creu
Manu Mielniezuk
Un silencio sepulcral, sin murmullos. Tampoco ninguna nota musical. Solo el sonido rítmico de los pasos de los cofrades y el arrastre de las cadenas de los penitentes sobre el suelo. Pese a la dificultad de elegir si una procesión gana en solemnidad con el estruendo de los tambores o en absoluto silencio, pero el barrio de Sant Pere, envuelto en un mutismo absoluto, ofreció escenas impresionantes este Miércoles Santo para quienes se acercaron a vivirlo en primera persona. «En su origen se llamaba procesión del Silencio y queremos recuperarlo. Por eso no salen bandas, solo los Tamborers de la Sala delante y un grupo pequeño junto al Cristo para marcar el paso», explicaban ayer desde la cofradía.
FOTOS | Semana Santa 2024: La procesión del Cristo de la Santa Creu
Manu Mielniezuk
Un silencio sepulcral, sin murmullos. Tampoco ninguna nota musical. Solo el sonido rítmico de los pasos de los cofrades y el arrastre de las cadenas de los penitentes sobre el suelo. Pese a la dificultad de elegir si una procesión gana en solemnidad con el estruendo de los tambores o en absoluto silencio, pero el barrio de Sant Pere, envuelto en un mutismo absoluto, ofreció escenas impresionantes este Miércoles Santo para quienes se acercaron a vivirlo en primera persona. «En su origen se llamaba procesión del Silencio y queremos recuperarlo. Por eso no salen bandas, solo los Tamborers de la Sala delante y un grupo pequeño junto al Cristo para marcar el paso», explicaban ayer desde la cofradía.
FOTOS | Semana Santa 2024: La procesión del Cristo de la Santa Creu
Manu Mielniezuk
Un silencio sepulcral, sin murmullos. Tampoco ninguna nota musical. Solo el sonido rítmico de los pasos de los cofrades y el arrastre de las cadenas de los penitentes sobre el suelo. Pese a la dificultad de elegir si una procesión gana en solemnidad con el estruendo de los tambores o en absoluto silencio, pero el barrio de Sant Pere, envuelto en un mutismo absoluto, ofreció escenas impresionantes este Miércoles Santo para quienes se acercaron a vivirlo en primera persona. «En su origen se llamaba procesión del Silencio y queremos recuperarlo. Por eso no salen bandas, solo los Tamborers de la Sala delante y un grupo pequeño junto al Cristo para marcar el paso», explicaban ayer desde la cofradía.
FOTOS | Semana Santa 2024: El culmen del Miércoles Santo fue la procesión del Camí de Getsemaní.
Manu Mielniezuk
Un silencio sepulcral, sin murmullos. Tampoco ninguna nota musical. Solo el sonido rítmico de los pasos de los cofrades y el arrastre de las cadenas de los penitentes sobre el suelo. Pese a la dificultad de elegir si una procesión gana en solemnidad con el estruendo de los tambores o en absoluto silencio, pero el barrio de Sant Pere, envuelto en un mutismo absoluto, ofreció escenas impresionantes este Miércoles Santo para quienes se acercaron a vivirlo en primera persona. «En su origen se llamaba procesión del Silencio y queremos recuperarlo. Por eso no salen bandas, solo los Tamborers de la Sala delante y un grupo pequeño junto al Cristo para marcar el paso», explicaban ayer desde la cofradía.
Un silencio sepulcral, sin murmullos. Tampoco ninguna nota musical. Solo el sonido rítmico de los pasos de los cofrades y el arrastre de las cadenas de los penitentes sobre el suelo. Pese a la dificultad de elegir si una procesión gana en solemnidad con el estruendo de los tambores o en absoluto silencio, pero el barrio de Sant Pere, envuelto en un mutismo absoluto, ofreció escenas impresionantes este Miércoles Santo para quienes se acercaron a vivirlo en primera persona. «En su origen se llamaba procesión del Silencio y queremos recuperarlo. Por eso no salen bandas, solo los Tamborers de la Sala delante y un grupo pequeño junto al Cristo para marcar el paso», explicaban ayer desde la cofradía.