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Manu Mielniezuk y B. Ramon
Ver galería >La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
La mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que en los últimos años celebraban la Nit de Sant Joan en las playas este jueves se quedaron en casa por segundo año consecutivo debido a la covid-19. El decreto dictado por el alcalde, José Hila, por el cual se ordenaba el cierre de todas las playas y zonas de baño del litoral a partir de las siete de la tarde, con el fin de evitar aglomeraciones de personas, fue secundado mayoritariamente, aunque con excepciones. No obstante, la de este jueves no fue una Revetla de Sant Joan igual que la del año pasado, puesto que, al contrario que en 2020, anoche la fiesta pudo refugiarse, al menos hasta las dos de la madrugada, en los bares y restaurantes abiertos al público.
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