Mis rincones favoritos del litoral de Mallorca

S'Estalella

S'Estalella / El Playólogo/Maremecum

No sé si a ti también te pasa que cuando te viene alguien a casa de vacaciones a Mallorca siempre te preguntan por cuáles son los sitios que más te gustan, pero que no salgan en las guías. Que sean sitios con pocos turistas, sitios auténticos. De esos para “only locals”. Pues bien, a mí me fascina llevar a mis amigos hasta estos rincones que para mí son muy especiales. ¿Y a ti? ¿Qué te parecen?

S’Estalella, de los lugares más fotogénicos de Mallorca

¿Te acuerdas de aquella famosa canción de Tomeu Penya? Aquella que decía: “Quina vergonya seria, pes poble de Llucmajor, S'estanyol ple de carbó, per cremar-lo i fer energia. Ni centrals ni ximeneies, ja està bé de fer brutor, que sa gent de Llucmajor, té ben clares ses idees.” Pues sí, aquí mismo intentaron construir un puerto industrial para desembarcar el carbón para una central térmica. Se iban a llevar por delante este conjunto etnográfico de tanto valor sentimental e histórico. Y qué decir tiene que, afortunadamente, no lo consiguieron, y que hoy día sigue siendo un sitio muy bonito, auténtico y fotogénico. Adoro venir al amanecer y ver la silueta de Cabrera recortándose en el horizonte. Las texturas de las dunas fósiles, las pedreras de marés, las rocas, el faro, las cuevas, una torre de vigilancia, las casetas de pescadores, los xingres y tantas otras reliquias de nuestro pasado marinero. Aquí hay mucho que ver y conocer de primera mano. Y la excursión desde aquí hasta cala Pi yendo al borde mismo del mar tampoco tiene desperdicio. Otra buena idea es alquilar unas tablas de paddle SUP en el club náutico de s’Estanyol y recorrer este tramo de costa desde el agua, porque la estampa es impresionante. ¡Anímate!

Punta Plana y s'Estalella

Punta Plana y s'Estalella / El Playólogo/Maremecum

Cala Beltrán, el pequeño fiordo mallorquín

Cala Pi es una de las playas más conocidas por los turistas (y por los mallorquines también) pero pocos son los que saben que a menos de mil metros de aquí hay una cala con aspecto de río pirenaico, encajado entre las rocas, que es de lo más curioso de todo el litoral insular. Al fondo se forma un caló precioso, normalmente sin arena, pero con unos pinos que se acercan a la orilla con un aspecto realmente despeinado, natural y auténtico. Me encanta acercarme paseando hasta aquí y recordar las historias de los contrabandistas que recorrían este mismo camino con los fardos de tabaco, etc. a sus espaldas. Cala Beltrán era muy buen sitio para desembarcar sin ser vistos y dejar el material escondido en los “secrets” que había por la zona. Hasta que llegara el mejor momento para darles salida. Si bien la cala no es la mejor para tomar el sol, si puede ser (y lo es) muy entretenida para hacer snorkeling. Y si te gusta caminar, que sepas que desde aquí se llega hasta el faro del Cap Blanc por una de las rutas más bonitas del litoral de Mallorca.

Cala Beltrán y su pequeño fiordo que tanto recuerda a los ríos de montaña

Cala Beltrán y su pequeño fiordo que tanto recuerda a los ríos de montaña / El Playólogo/Maremecum

Cala Mitjana, el jardín del Edén más exclusivo de Mallorca

A esta cala primorosamente “amueblada” costaba mucho llegar caminando por tierra, ya que el camino que hoy cruza por mitad de la posesión antes no existía. Entonces había que ir por la orilla del mar desde sa Nau, una cala mucho más democrática. Y al cruzar por los jardines de la propiedad, uno se sentía entre atemorizado (por meterte en un terreno privado sin consentimiento expreso) y admirado (por la belleza del entorno). Pero luego fue cuando trazaron un sendero que pasa por mitad de la propiedad para facilitarnos las cosas al común de los mortales... Sí, ahora sí que se puede ir y estar en la playa (en la playa sí, pero en la finca no). ¿Sabías que hubo unos tiempos en los que ponían una cadena en la entrada de la cala para que no entraran los barcos no invitados? La cala cuenta con un embarcadero y un “garaje” para barcos, precioso, así como la que llaman “la casa de los martinis”, que es la casita de playa con la que soñamos todos. Los jardines, el entorno... todo está muy cuidado. Aquí apetece estar en silencio y disfrutando de la vista. Con educación y respeto. Admirando. Soñando. Porque no siempre la mano del hombre mejora lo que ya de por sí es bello y puro... Y aquí tenemos un buen ejemplo de ello.

Cala Mitjana

Cala Mitjana / El Playólogo/Maremecum

Si quieres conocer otros cuatro lugares únicos, no dudes en seguir leyendo en mi espacio en Maremecum.

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