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Los expertos coinciden en que el modelo de campaña electoral está "caducado"

Las redes sociales y la desafección de la ciudadanía están cambiando el sistema de captación de votos

Los expertos coinciden en que el modelo de campaña electoral está "caducado"M. Massutí

El modelo actual de campañas electorales está "caducado y superado por su ineficacia en la captación de votos". Esta fue la principal conclusión a la que llegaron los cuatro expertos reunidos ayer por el Club Diario de Mallorca para debatir la utilidad de las campañas electorales. El exalcalde de Palma y columnista de este periódico, Ramón Aguiló; la doctora en audiovisuales, periodista y experta en comunicación pública, Xesca Vidal; el publicista Alberto Vergés y el psicólogo y autor de una tesis doctoral sobre la abstención, Gonzalo Adán, coincidieron en que las redes sociales y la desafección de los ciudadanos está cambiando el sistema para decidir a los votantes.

Xesca Vidal explicó que en los años 80 y 90 la "información que llegaba a los ciudadanos era unidireccional transmitida por los partidos a través de los medios de comunicación. Era la única información que recibían. Ahora, las redes sociales están cambiando este panorama y se ha roto la unidireccionalidad". Vidal relató como existen estudios donde se ha comprobado que los mensajes televisivos sólo son captados en un 20% por los telespectadores. En cambio, las "redes sociales son más efectivas, ya que la gente tiene una capacidad de comprensión y lectura mucho más rápida", apuntó.

El publicista Alberto Vergés también afirmó que las campañas electorales "están superadas". Para Vergés los mítines solo son "concentraciones de las tribus para mostrar su potencial al adversario. Por otro lado, las redes sociales son más nítidas, ya que la gente que las utiliza tiene la percepción que la información que le llega no está tan mediatizada por los aparatos de los partidos". El publicista consideró que los partidos utilizan el "forofismo" y los medios de comunicación "están haciendo periodismo deportivo en la política, cuando la horquilla de votos que pueden cambiar y dar la victoria a una o a otra opción es muy pequeña".

Ramón Aguiló calificó de "deplorables" las campañas electorales y de "estafa" el hecho de que un candidato no responda a las preguntas de su adversario, tal y como ocurrió en el debate entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. "En Estados Unidos –prosiguió Aguiló– es impensable que un candidato no conteste las preguntas de los periodistas o de otro candidato. Lo del otro día fue un debate encorsetado".

Gonzalo Adán fue el único que no vislumbró un cambio inminente en el sistema de campañas electorales: "Son necesarias para los partidos para garantizar la legitimidad de los cargos elegidos y para engrasar sus maquinarias y estructuras después de la acción de gobierno o la oposición". No obstante, reconoció que las campañas electorales no movilizan a una masa social superior al 2%.

Donde sí se originó un intenso debate fue en el cambio de sistema electoral. Aguiló Vidal y Vergés abogaron por abrir las listas para intentar reactivar a la ciudadanía y para impedir que la "burocracia" de los partidos controle la acción de los diputados elegidos. Pusieron como ejemplo Estados Unidos como paradigma de la democracia. Ramón Aguiló fue claro y contundente: "Solo se acometerá un cambio de sistema con listas abiertas cuando la abstención supere el 50%. Mientras, los partidos seguirán con sus burocracias". Según el exalcalde de Palma, UPyD e Izquierda Unida no buscan las listas abiertas. Lo que pretenden "es seguir con el actual sistema y cambiar la proporcionalidad para conseguir más trozos de la tarta". Gonzalo Adán alertó de la "inmadurez electoral" de los españoles para las listas abiertas.

Xesca Vidal recordó que el debate entre Rajoy y Zapatero fue visto por 2 millones de personas más que el de la pasada semana. "Este dato indica que hay 2 millones de personas desencantadas de la política", apostilló la periodista.

Todos los presentes destacaron la incidencia de las encuestas y la mala gestión socialista para el abrumador triunfo del PP.

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