Hay un cartel que resalta por encima de cualquier otro en la toma de relevo de la campaña electoral para estas locales, autonómicas y europeas. Es el que ayer plantó el Centro de Investigaciones Sociológicas sobre las expectativas de los partidos y según el cual, si se cumplen los pronósticos, no habrá cambios sustanciales con respecto a las recientes generales. Por primera vez hay una clara conexión directa entre unos comicios y otros. La inmediatez en el tiempo puede explicar este vínculo.

La encuesta del CIS tiñe de rojo socialista el mapa autonómico de España, un color que, por lo que respecta a Balears, adquiere mayor intensidad al otorgar al PSIB la posibilidad sin precedentes de superar al PP y con ello permitir que el pacto de izquierdas, en estas islas, sea algo más que flor de unos solos comicios. Hay pronóstico claro de repetición del actual Govern porque, por el otro lado, la pérdida de escaños de los conservadores, el notable ascenso de Ciudadanos y las expectativas rebajadas de Vox, devalúan hasta el mínimo las herramientas de entendimiento para otra alternancia en el Ejecutivo.

La batalla electoral crucial se librará por tanto en el seno de la izquierda y el nacionalismo, mientras el PP deberá hacer serios esfuerzos para disimular su depresión. Veremos si por lo menos son capaces de mantener la cortesía que Joan Mesquida niega a su antiguo compañero Miquel Iceta en su aspiración de presidir el Senado.