Repsol, la mayor petrolera española, y Naturgy, el mayor operador gasista, se unen para reclamar que la transición energética hacia un sistema descarbonizado se haga con “realismo” en objetivos y plazos, con “transparencia” en los costes y en las consecuencias, y con “neutralidad tecnológica” para no demonizar algunas energías para solo defender las renovables.

Los presidentes de Repsol, Antonio Brufau, y el de Naturgy, Francisco Reynés, han hecho frente común para defender que descarbonizar no significa exclusivamente electrificar la economía, porque hay sectores clave (como el transporte aéreo y marítimo, la gran industria química, la papelera…) que van a tener que seguir utilizando hidrocarburos en sus procesos de producción; y para reivindicar el papel del gas natural para dar estabilidad a la producción eléctrica frente a la intermitencia en la generación de las renovables.

“Para la transición energética hace falta realismo para establecer objetivos y plazos alcanzables. Y transparencia sobre los costes, los precios y las hipotecas que se dejan con las decisiones que se toman”, ha subrayado Reynés en su intervención en el XXI Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que se celebra este jueves en Bilbao.

Tanto el presidente de Naturgy como el de Repsol han defendido mantener la ambición de llegar a 2050 con una economía descarbonizada, pero hacerlo “sin denostar ninguna energía” en el proceso. “Debe aceptarse el principio de neutralidad tecnológica”, ha apuntado Brufau, “no podemos prohibir algunas energías y sólo aceptar otras”. Petrolera y gasista han defendido esa neutralidad para que las empresas sigan innovando en la descarbonización utilizando todas las energías.

Ambas compañías han defendido el futuro del hidrógeno verde y de otros gases renovables a medio y largo plazo. "Se requerirá una enorme cantidad de dinero para los sectores energéticos e industrial y para ello debe haber seguridad jurídica y que no se cambien las reglas a medio del partido. Hace falta estabilidad a largo plazo", ha advertido Brufau.