Guillem Bauzá: «Somos ingenieros para inventar, para hacer las cosas mejor: es nuestra filosofía»

Guillem Bauzá, CEO de Talat. A sus 45 años, siendo ingeniero químico, ingeniero industrial y haber cursado el Programa de Desarrollo Directivo (PDD) de IESE, dirige a un equipo de más de cien profesionales. Ha completado un Ironman y considera que el deporte le aporte resiliencia. Tiene pareja y una hija, y se autodefine como ‘’ingeniósofo’

Guillem Bauzá dirige Talat y a los más de cien trabajadores de la empresa

Guillem Bauzá dirige Talat y a los más de cien trabajadores de la empresa / Manu Mielniezuk

¿Cómo, cuándo, dónde y por que decidió ser empresario?  

Inicié mi camino ya en el mundo de la ingeniería mientras cursaba mis últimos años de universidad al sumarme al equipo de ingenieros de Humiclima, empresa de ingeniería e instalaciones con actividad tanto a escala nacional como internacional. Al cabo de seis años finalicé una etapa y decidí iniciar un nuevo camino, que me llevó a la Administración Pública. Tras pasar 11 meses en el Instituto Balear de Infraestructuras y Servicios Educativos (IBISEC), comprobé que ésa no era mi vocación y en 2008 decidí dejar la estabilidad de la empresa pública e iniciar una nueva aventura, con la creación de mi propio proyecto. Constituimos la ingeniería, entonces denominada 3E Enginyers, y empezamos con pequeños proyectos (un pequeño chalé fue el primero, recuerdo) y abrimos la oficina de Manacor. A partir de ahí nos concedieron un hotel de Hipotels y una obra para la Policía Local de Sa Coma, en Cala Millor. 

Chocarían de frente con la crisis iniciada en 2008...

Así es. Con la crisis financiera pasamos años muy duros, prácticamente sin actividad. Hablo de los años 2011 y 2012. Éramos unos 15 trabajadores en la empresa y nos dedicábamos a ingeniería pura y dura. En un momento dado (lo recordaré siempre) estaba elaborando una lista con los nombres de las personas que debían causar baja en la empresa. Pero me detuve y me dije: ‘No vamos a echar a nadie, sino que plantearé a cada uno de los profesionales trabajar media jornada’. Tras esta decisión, nos adjudicaron el hotel de Hipotels en Playa de Palma, el más grande que se llevó a cabo en Mallorca durante años, con 700 habitaciones. Nos encargaron un proyecto energético brutal (con la geotermia más grande de Baleares y durante largo tiempo también de toda España: recogíamos un millón de litros de agua del mar para poder eliminar calor). Ese proyecto, sin ninguna duda, supuso un gran impulso para nosotros. Ello se unió a la Ley Turística de 2012 (la conocida como Ley Delgado), y el consiguiente boom de reformas hoteleras: trabajamos para Iberostar, Meliá, Robinson... Durante los siguientes años creamos el departamento de control, que fue el inicio de todo el departamento de instalaciones, y el departamento de Project Management para poder ofrecer a nuestros clientes la gestión integral de sus proyectos. Uno de los primeros proyectos que pudimos gestionar de forma íntegra fue la Rafa Nadal Academy, donde a día hoy aún estamos presentes en todas sus ampliaciones.

Y después llegaría la pandemia y la gran incertidumbre que conllevó ¿Cómo afrontaron esa etapa?

Fue, sin duda, una etapa importante también en la historia de Talat . Por una parte, fue una época muy complicada en la que los proyectos hoteleros se cancelaron completamente, pero -por otro lado- nuestra organización ya estaba preparada para poder trabajar al 100% en remoto, puesto que ya teníamos la infraestructura para ello debido a que ya funcionábamos según nuestra filosofía de integración vital. Consiste para nosotros en dar una paso más al concepto de conciliación: se trata de que cada uno de los integrantes de nuestro equipo pudiera integrar los tres ámbitos de su vida (el familiar, el social y el laboral) de manera que pudiera desarrollar el 100% de su potencial. Esto implicaba flexibilidad de horario y teletrabajo, por lo que ya teníamos todo esto avanzado.

«Estamos enfocados para llevar a cabo proyectos de agua, energía y control aportando valor añadido»

Así, en Talat crean el término ‘ingeniosofía’, un concepto rompedor. ¿Nos lo define? 

Es muy sencillo. Consiste en aplicar los conceptos propios de la ingeniería a todos los aspectos de la vida. Es decir, la máxima de replantearnos las cosas la aplicamos no sólo al ámbito laboral sino al resto de esferas de la nuestra vida. De ahí, nació la idea de la no necesaria presencialidad del personal en las sedes de la empresa, todo ello antes de la pandemia, que conllevó el boom del teletrabajo. En mi caso personal, me gusta definirme como ‘ingeniósofo’. 

Lo cierto es que Talat tiene su propio sello... ¿Cómo lo han logrado? 

El sello de Talat consiste en repensar por qué hacemos las cosas, por qué las hacemos de un modo determinado y por qué no se pueden hacer de otro modo. En este sentido, somos disruptivos, porque no nos vale el simple razonamiento ‘esto se ha hecho así toda la vida’. Somos ingenieros para inventar, para hacer las cosas mejor, más económicas y más respetuosas con el medio ambiente. Con esta filosofía venimos actuando desde nuestros inicios. Hemos creado una empresa con cuatro grandes pilares: ingeniería, instalaciones de control, digitalización de mantenimientos y gestión de proyectos, todo ello junto a un potente equipo de I+D+i. Estamos sentando las bases para nuestro futuro inmediato (y también a largo plazo) como empresa. El futuro de Talat pasa siempre por la innovación, de modo que cada día evolucionamos hacia cosas más novedosas (Inteligencia Artificial, gemelos digitales...). 

Tienen ustedes las ideas muy claras. ¿Cuáles serán las ramas de negocio prioritarias? 

Tenemos el foco muy claramente dirigido a conseguir que Talat lleve a cabo proyectos lo más completos y complejos posible y lo más directos al cliente final, desde el punto de vista de energía, agua, energía y control. Hacia ahí se encamina nuestro futuro, con la aportación de valor añadido. Debemos considerar que el agua es y será un problema; en cuanto a la energía, cabrá buscar energías alternativas para descarbonizar. En lo relativo al territorio en el que llevar a cabo los proyectos, tenemos claro que nuestra prioridad es Mallorca y Baleares. Para los proyectos que vayan saliendo fuera de las Islas, nos apoyaremos con equipos de la ciudad o comunidad respectiva, porque se hace imposible viajar constantemente por todas partes ahí donde tengamos proyectos y porque esas personas conocen la idiosincrasia de cada lugar. El pasado año yo tomé 224 vuelos, y eso es una barbaridad.

«En Mallorca cada vez tenemos más dificultades para encontrar personal cualificado y dispuesto a viajar»

En todo caso, ¿debemos asociar Talat únicamente a grandes proyectos?

A lo largo de nuestra trayectoria hemos trabajado en chalés e instalaciones pequeñas, pero sí es cierto que donde aportamos mayormente nuestro valor añadido es en grandes proyectos, no tanto por el volumen como por su complejidad técnica. 

¿Cuáles son los perfiles de los profesionales que integran la empresa a día de hoy? 

Contamos actualmente con un equipo muy preparado y multidisciplinar, compuesto por ingenieros (unos 40), aparejadores, economistas, informáticos, personal de administración y encargados de instalaciones, entre otros. En este apartado, quiero incidir en que una cuestión complicada hoy en día es la relativa a la gestión del talento y, sobre todo, a la remuneración de la dedicación de un ingeniero, por ejemplo. En mi opinión, el hecho de que el empresario tenga tan difícil pagar al empleado según productividad en lugar de una nómina convencional es un problema. Siempre digo que un ingeniero lo es las 24 horas del día, y no dejará de pensar en el proyecto en el que esté inmerso a las tres de la tarde, sino que estará dando vueltas a su cabeza todo el día. Entonces, ¿por qué no puede uno pagar por productividad? En conclusión, se hace muy complejo gestionar el talento, por las trabas que pone a menudo la Administración.

¿Hay dificultad para encontrar mano de obra altamente cualificada?

En Mallorca, cada vez tenemos más dificultades para encontrar personal cualificado y disponible para viajar. En cambio, en Madrid, donde tenemos una oficina desde hace tres años, uno encuentra los perfiles que requiera con mucha más facilidad, con el añadido de que ese personal está más predispuesto a moverse, a viajar. Nos instalamos en Madrid porque todos los fondos que adquirían hoteles estaban ahí, con lo cual era una apuesta estratégica. Los primeros proyectos que llevamos a cabo fue el rocódromo de Las Rozas y un restaurante de la Puerta de Alcalá, antes de que llegara el proyecto del Real Madrid, con la reforma del estadio Santiago Bernabéu.

¿Cómo se conjugan Inteligencia Artificial y domótica? 

La domótica ha evolucionado tanto en los últimos años, que se pueden hacer tantas cosas... Hasta el punto de que el cliente final quiere hacer algo que tiene en la cabeza, pero en la mayoría de ocasiones no sabe lo que hay detrás ni la inversión que conlleva. Eso, junto a los mensajes que aparecen al respecto en las redes sociales, ha hecho que el diálogo entre proveedor y cliente se haya hecho denso en esta materia. ¿Sinónimos? No. Domótica sería el hardward, mientras que la Inteligencia Artificial (IA) intenta sustituir al software. Lo que hace la Inteligencia Artifical es ordenar toda la documentación existente en internet. Ahora bien, no creo que llegue nunca a pensar como nosotros. 

Papel protagonista en la Rafa Nadal Academy, Son Moix y el Santiago Bernabéu

Los proyectos de la Rafa Nadal Academy, en Manacor; y de reforma del estadio Son Moix, en Palma, y del Santiago Bernabéu, en Madrid, figuran en forma destacada entre los hitos de la mallorquina Talat en el ejercicio 2023.

“Las tres obras, de gran envergadura, se completaron -efectivamente- el pasado año”, razona Guillem Bauzá. “La Rafa Nadal Academy fue de un proyecto de desarrollo muy largo (diez años) y ejecutado en tres fases distintas. Hemos actuado como empresa de ingeniería a lo largo de ese trayecto. Por lo que se refiere al estadio de Son Moix, hemos desarrollado todas las instalaciones y todo el trabajo de ingeniería en un tiempo récord, 600 días. Me refiero a métrica, domótica, pantallas, aire acondicionado, riego...”.

“Respecto al Santiago Bernabéu, firmamos en enero de 2022; estuvimos varios meses trabajando en el proyecto de reingeniería y hemos ejecutado las instalaciones de climatización del Hipogeo, que es donde se guarda el césped cuando el estadio es usado para otras actividades. Diseñamos un proyecto nuevo, que fue aprobado en agosto de 2022. Todo está hecho en torno al sistema Building Information Modeling (BIM), con modelaje en 3D, en el que somos pioneros en Mallorca.

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