La culpa no es siempre de los jóvenes

Comenzamos un nuevo año, y todos estamos a tope con nuevos propósitos, retos post navideños, e inmersos en coger al 2024 con ganas e ilusión. Nosotros ya agendando viajes, desarrollando estrategias nuevas y poniendo en marcha este trimestre, como siempre en este momento del año.

Estaba yo pensando, que algo que se repite muy a menudo en nuestro día a día por nuestro trabajo, es comentar con los responsables de RRHH la dificultad de encontrar, retener y mantener el talento en las organizaciones… encontrar profesionales comprometidos, con ganas, con actitud no es tarea fácil, porque realmente preparados si están. Tenemos una de las generaciones de jóvenes más preparadas, y sin embargo en una simple entrevista, los que seleccionamos ya casi rondando los 50 vemos que los de veintitantos están en una realidad diferente a la nuestra y a cómo nosotros os hemos incorporado al mercado laboral, con lo cual comenzamos un proceso de selección llenos de prejuicios, donde esos jóvenes tan preparados que hacen preguntas que nosotros no haríamos nunca, nos parece que no tienen interés, ganas, o probablemente sus prioridades son muy distintas a las nuestras y esto no nos deja ver que detrás está el talento.

He escuchado demasiadas veces es que los jóvenes de hoy en día no se comprometen, es que priorizan su forma de vida, su tiempo libre, sus amigos, sus aficiones y no su trabajo etc. etc. etc.. y probablemente lo están haciendo cómo le hemos enseñado, si exactamente así. No nos olvidemos que esos chicos de veintitantos son hijos de los de cincuenta tantos que están seleccionando, y sólo tenemos que pensar cómo los hemos educado nosotros a ellos, y como nos han educado a nosotros nuestros padres... y ahí justo, está el salto.

  • Los jóvenes de hoy en día tienden a tener expectativas laborales diferentes a las de generaciones anteriores. La búsqueda de un propósito, el equilibrio entre el trabajo y la vida, y el desarrollo personal son factores cruciales que influyen en las decisiones de carrera. Las organizaciones que no logran adaptarse a estas nuevas expectativas pueden encontrarse luchando por retener a los empleados, ya que estos buscan entornos laborales que se alineen con sus valores y metas personales.
  • También influye que estamos inmersos en una continua y veloz evolución tecnológica ha transformado la naturaleza del trabajo y las habilidades requeridas. Los jóvenes profesionales buscan entornos laborales que adopten tecnologías avanzadas, promoviendo la innovación y la adaptación a los cambios. Las organizaciones que no siguen el ritmo de estas tendencias pueden resultar menos atractivas para el talento, especialmente entre aquellos que buscan entornos de trabajo modernos y dinámicos.

Los jóvenes de hoy a menudo valoran aspectos como la flexibilidad en el trabajo, la responsabilidad social corporativa y la contribución a causas significativas. A medida que las prioridades personales cambian, las organizaciones deben adaptarse para satisfacer estas necesidades. Aquellas que no se ajusten a estas nuevas prioridades pueden perder a empleados que buscan un equilibrio entre sus vidas personales y profesionales.

Hace años que comenté en una Empresa de Baleares que las empresas ya no hacen selección, sino que cada vez más son las nuevas generaciones las que deciden si trabajan o no con nosotros, así que debemos plantearnos que les vamos a ofrecer, sólo a través de una comprensión profunda de estas dinámicas y la adopción de estrategias proactivas, las organizaciones podrán superar los obstáculos y retener el talento necesario para prosperar en el futuro.