ENERGÍA

Iberdrola señala a España como el país con mayor presión fiscal en el año del ‘impuestazo’

La eléctrica dispara un 35% el pago de impuestos en España hasta los 3.500 millones de euros, y se queja de que la factura fiscal supera todos los costes operativos de la compañía.

Archivo - Sede de la Torre Iberdrola

Archivo - Sede de la Torre Iberdrola / IBERDROLA - Archivo

David Page

David Page

Iberdrola lleva tiempo quejándose de la fiscalidad que asume el sector eléctrico en España. Por un lado, por la gran cantidad de impuestos y tasas diferentes que pagan las energéticas en el mercado español (con un total de 38 gravámenes estatales, autonómicos y locales) y, por otro, por el impuesto temporal extraordinario para las grandes energéticas aprobado por el Gobierno. La compañía asegura que España es el país en el que soporta una mayor presión fiscal de todos los mercados en que opera.

Iberdrola elevó su contribución fiscal en España hasta los 3.482 millones de euros el año pasado, lo que supone un incremento del 35% y representa más de un tercio del conjunto de pagos fiscales abonados por el grupo en todo el mundo (en total, 9.281 millones en 2023, un 24% más), según los datos del informe de transparencia del grupo. La compañía subraya que su contribución fiscal en todos los países en que está presenta supera el millón de euros cada hora.

La contribución total por países de Iberdrola está liderada por España (3.482 millones de euros), seguida de Brasil (2.530 millones), Estados Unidos (1.261 millones), Reino Unido (1.119 millones) y México (310 millones). En el resto de los países en que tiene operaciones la contribución conjunta fue de 579 millones de euros.

Iberdrola responsabiliza del aumento en España principalmente a los tributos eléctricos -como el gravamen temporal del 1,2% sobre las ventas o el canon hidráulico-. Según el grupo, sin contabilizar el “incremento relevante” en el Impuesto sobre Sociedades, el resto de figuras tributarias prácticamente se ha duplicado.

Más que los costes operativos

En España, los tributos y cargos que afectan a la cuenta de resultados, sin tener en cuenta el Impuesto sobre Sociedades, representan el 123% del gasto operativo neto. Esto es, el abono de tributos en el mercado español s más alto que todos los gastos de personal, mantenimiento, operativos y financieros de la compañía en el país. Una cifra que contrasta en relación al peso que tiene en el resto del mundo, con apenas un 22% del total de costes operativos.

El presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, advirtió hace unas semanas de que la enorme presión fiscal y la aparente pretensión del Gobierno de mantener el impuesto temporal -aunque con incentivos para impulsar la transición energética- hacen “que la situación no sea atractiva” para invertir en el mercado español. Iberdrola acaba de actualizar su plan estratégico, en el compromete inversiones por 36.000 millones de euros hasta 2025. Del esfuerzo inversor total, España sólo concentrará un 15% del montante (5.400 millones), mientras que se refuerza la apuesta por Estados Unidos (35%) y Reino Unido (24%).