Vodafone se hace fuerte en el internet de las cosas con una alianza con FCC

Vodafone es líder en España del internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). La nueva general móvil 5G, que dispara la capacidad de conexión y la rapidez de respuesta (latencia), está permitiendo acelerar el despliegue de líneas digitales que permiten interconectar e interactuar a millones de aparatos. Vodafone acelera su crecimiento en este negocio clave en el futuro de las telecomunicaciones y la tecnología, y asentar su liderazgo con más de 6,5 millones de líneas activas en el mercado español, tras sumar más de 1,6 millones de nuevas conexiones sólo durante el pasado año.

Vodafone España ahora se refuerza en este segmento con una alianza con Aqualia, la compañía de abastecimiento y tratamiento de agua controlada por FCC (51%) y el fondo australiano IFM (49%), para suministrarle la conectividad de internet de las cosas durante los próximos diez años para digitalizar el ciclo integral del agua, según han anunciado ambas compañías en el marco del Mobile World Congress (MWC), el gran encuentro global de la tecnología móvil que se celebra esta semana en Barcelona.

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La teleco suministrará conexiones NB-IoT -idónea para líneas con poca transferencia de información- a los contadores de agua de Aqualia, con el objetivo de suministrar un millón de conexiones sólo en los primeros cinco años del contrato. Vodafone ya ha conectado más de 250.000 contadores de la compañía del grupo FCC en apenas año y medio, ahora pretende disparar esas cifras en la próxima década.

Fondos europeos

Aqualia está trabajando en el marco del Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica (PERTE) de digitalización integral del ciclo del agua con ayudas con cargo a los fondos europeos del Plan de Recuperación y en los próximos años pretende ofrecer servicio de telelectura a sus más de 3 millones de clientes en España.

El PERTE tiene como objetivo modernizar el ciclo urbano del agua para mejorar su eficiencia, reduciendo las pérdidas de agua en los sistemas de distribución y mejorando las infraestructuras de tratamiento de aguas residuales. La línea de financiación prevista por el Ministerio para la Transición Ecológica que gestiona estos proyectos asciende, en esta segunda convocatoria, a 200 millones de euros. Se prevé que movilice en los próximos años otros 1.700 millones de euros de fondos públicos Next Generation.

“El control y la correcta gestión del uso del agua en España es un desafío constante y de vital importancia en nuestros días. Con este contrato, ponemos nuestra tecnología más puntera al servicio de Aqualia para contribuir activamente a la mejor conservación de los recursos naturales y a una gestión más eficiente del agua”, subraya Daniel Barallat, director de IoT de Vodafone España.

IoT para el agua

Vodafone ha desarrollado la solución 'Vodafone Water Metering' para digitalizar el proceso de medición de consumos de hogares y empresas mediante el uso de dispositivos inteligentes y conectado y mediante el posterior tratamiento de esa información con herramientas de análisis de datos. Vodafone y Aqualia están desarrollando un proyecto piloto en Vigo con esta aplicación para impulsar la telelectura de los contadores, así como para facilitar la detección de fraudes, de fugas de agua o predecir patrones de consumo de los usuarios.

No es el primer gran contrato de Vodafone en el IoT aplicado al sector del suministro de agua. La teleco se adjudicó, por un importe de 25 millones, el mayor de los cuatro lotes del contrato con el que Canal de Isabel II adquirirá contadores de agua con conectividad NB-IoT y servicios de telecomunicaciones para su telelectura automática. Un contrato que implica el suministro de 315.000 contadores de agua y el despliegue de su conectividad IoT durante los próximos 5 años.

Además de su aplicación en la gestión del ciclo del agua, Vodafone ya integra la tecnología IoT en sectores como la seguridad y las alarmas conectadas, la banca a través de los medios de pago, los operadores logísticos, las flotas de vehículos conectadas, las energías renovables, la agricultura, la gestión de smart cities, la gestión de residuos, el sector eléctrico o los servicios asistenciales.