Entrevista a Omar González, presidente del grupo Trinity

"La compra de Clarel es sólo nuestro primer paso en España. Claramente estamos abiertos a más"

El grupo colombiano pactó con Dia la adquisición de sus 1.000 tiendas de perfumería por un máximo de 42 millones, en una compleja operación financiera que espera cerrar en abril

Omar González, presidente de Trinity

Omar González, presidente de Trinity / José Luis Roca

David Page

Fueron seis años buscando y analizando oportunidades para desembarcar en España. Y, sin embargo, el grupo Trinity lo ha conseguido con el movimiento más inesperado, con una operación casi relámpago. La compañía colombiana -un gigante industrial en su país de origen en los sectores del acero, el carbón y la logística, entre otros negocios- consiguió tras tantos años de sondeos cerrar en apenas cuatro meses un acuerdo con el Grupo Dia para tomar el control de Clarel, su cadena de perfumería y droguería con más de 1.000 tiendas en España y con tres centros logísticos.

El grupo de distribución Dia rompió el acuerdo que tenía con el fondo C2 Private Equity a finales de julio por el incumplimiento de algunas de las condiciones pactadas. Los bancos de inversión empezaron entonces a ofrecer la cadena a Trinity; a finales de agosto el grupo colombiano ya hizo una oferta no vinculante; y a principios de diciembre ambas partes anunciaban a bombo y platillo la operación, aún pendiente de las autorizaciones de las autoridades españolas. “Todo el proceso fue rápido, eficaz, muy directo. Creemos que en la primera semana de abril ya tendremos las autorizaciones y estaremos desembarcando”, augura Omar González, presidente de Trinity, en una conversación con El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, en las nuevas oficinas del grupo en Madrid.

La operación es una obra de orfebrería financiera: Trinity pagará un mínimo de 11,5 millones de euros este año y un máximo adicional de otros 15 millones en 2029, y también irá abonando una deuda de manera escalonada de otros 18,7 millones (el impacto neto será de 15,7 millones) en tres pagos en los próximos seis años. Al final el coste máximo que asumirá el grupo colombiano , condicionado a una serie de hitos financieros y de negocio, es de 42,2 millones (muy por debajo de los 60 millones pactados para la fracasada venta al fondo C2).

“Dudo poco que ese será el coste final. Los cálculos están hechos con mucho rigor. El sistema es aparentemente complejo, pero implica pagar con los instrumentos financieros idóneos, en el momento justo y en la cantidad correcta”, resume González, que reconoce que parte de la operación se financiará mediante un apalancamiento directamente pactado con Dia.

No habrá revolución

Los planes de Trinity para Clarel, una marca de referencia en el negocio de distribución de belleza y limpieza en el mercado español, no son de ruptura. El grupo comprador, que se estrena en el negocio de la distribución, garantiza la continuidad del equipo directivo y de los cerca de 3.200 empleados de la plantilla de Clarel,y se va a dar un tiempo para conocer el sector y el funcionamiento de la compañía antes de darle un nuevo impulso. “Primero vamos a aprender y entender el negocio, después opinaremos, y luego vamos a construir sobre lo que ya está construido”. La intención de Trinity es empaparse de los entresijos del grupo durante al menos medio año y lanzar a finales de este año un nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2027.

Omar González, presidente de Trinity.

Omar González, presidente de Trinity. / Jose Luis Roca

Una nueva hoja de ruta que previsiblemente conllevará una reordenación de la cadena de 1.000 tiendas repartidas por el país, con cierre de algunos establecimientos, apertura de otros y reubicaciones de algunos puntos para encontrar mejores localizaciones. “Es necesario estudiar nuevas localizaciones, nuevos mercados. Clarel necesita ser líder en proximidad. Queremos estar cada vez más cerca de los clientes y eso posiblemente lleve a nuevas aperturas”. Y estar más cerca de los clientes también pasa por dar un impulso decidido a la venta online, hoy residual en el negocio de Clarel, y por utilizar herramientas de big data e inteligencia artificial para perfilar mejor a la clientela.

Trinity anticipa que Clarel cerró el año pasado con cifras crecientes, con unas ventas de unos 340 millones de euros y con un resultado bruto de explotación (ebitda) de 10 millones. Unos ingresos que se mantendrán estables este año y una rentabilidad que probablemente se resentirá por el plan de inversiones en reformas que pretende desarrollar la cadena para implantar un nuevo concepto de tienda de manera progresiva, según las expectativas del nuevo dueño de la compañía.

Crecer en España

“La compra de Clarel es sólo nuestro primer paso en el mercado español. En los próximos 12 o 24 meses nuestro foco va a estar sólo en Clarel. Pero nuestra organización claramente está abierta a estcuchar más oportunidades”, subraya González, con la doble nacionalidad colombiana y española y que pretende a partir de ahora repartir durante el año su residencia a partes iguales entre ambos países.

“Nuestro corazón, nuestra mente y nuestros ojos estarán sólo en Clarel, ahora no queremos distraernos. Cuando ya sintamos que estamos consolidados, que nuestra posición es sólida, la compañía participará en conversaciones. Obviamente ya nos empiezan a llegar ideas, y el departamento de inversiones las estudia. Pero la probabilidad de desatar una o una serie de adquisiciones no la vemos a corto plazo”, resume el ejecutivo.

Trinity concentraba hasta ahora casi enteramente su actividad en Colombia (copando más del 90% de la facturación de 650 millones de dólares anuales [unos 600 millones de euros]) y tenía una presencia incipiente en Costa Rica y Canadá. Con la adquisición de Clarel, España pasará a representar directamente cerca de un tercio de los ingresos de la corporación y la pretensión es que el peso no deje de crecer. “Esperamos que España represente no menos del 50% de nuestra facturación en un plazo de tres años”, sentencia.