El futuro de los funcionarios

Cambios en las oposiciones: el Gobierno eliminará la tasa de reposición en 2025

Función Pública ultima un programa informático para mandar cartas al ciudadano más entendibles

Un examen de oposiciones, en una imagen de archivo.

Un examen de oposiciones, en una imagen de archivo. / EP

Gabriel Ubieto

El Gobierno prevé eliminar la tasa de reposición en 2025. Esta es una fórmula vigente desde hace décadas para fijar cuántas nuevas plazas de funcionario saca cada año la Administración. En función del número de jubilaciones previstas y la ratio estipulada cada año en los Presupuestos Generales del Estado, Función Publica saca su oferta de empleo público con más o menos plazas.

Ahora el nuevo ministro de Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, ha anunciado su intención de suprimir el año que viene este mecanismo, si bien no ha avanzado como piensa exactamente sustituirlo.

El principal objetivo es agilizar y flexibilizar los métodos de reclutamiento ante la inminente renovación generacional que se prevé en la Administración General del Estado (AGE), donde seis de cada 10 empleados se jubilará en la próxima década, según las previsiones que tiene el Ejecutivo.

¿Cómo funciona la tasa de reposición que el ministro quiere suprimir? En 2023, por ejemplo, fue del 110% como norma general. Es decir, por cada 10 funcionarios que se jubilaran ese año, el Estado podía convocar 11 plazas en nuevas oposiciones.

Uno de los problemas que genera este método de renovación de la plantilla pública es que podía desacoplar las necesidades de oferta y demanda por el tiempo que precisa cubrir una plaza pública. Y esto es así porque si bien el Gobierno saca las plazas en un año, no las llega a convocar hasta meses después o incluso lo hace cara al ejercicio siguiente. Y luego tarda un tiempo más en resolver los exámenes, asignar las plazas y nombrar oficialmente a los funcionarios que han ganado sus plazas.

Escrivá ha considerado que la tasa de reposición promueve un "crecimiento vegetativo de las plantillas basado en la estructura preexistente" y que por ello ve deseable reemplazarlo por otras fórmulas que permitan un reclutamiento más flexible y adaptado a las necesidades presentes de las diferentes instituciones.

Desde los sindicatos, Csif ha valorado la supresión de la tasa de reposición y ha cifrado en 100.000 los nuevos funcionarios que requiere la Administración en los próximos años.

Escrivá negociará con los sindicatos la implementación de las distintas reformas aprobadas durante la pasada legislatura o que quedaron pendientes por el adelanto electoral en julio pasado. Una de ellas es la nueva ley de Función Pública, que pretende aumentar el peso de las evaluaciones de desempeño de los empleados públicos para que vean mejorado su salario sin necesidad de tener que cambiarse de puesto.

Ahí el ministro aboga por potenciar el cuerpo de funcionarios evaluadores, para ir revisando qué funciona y qué no funciona en la Administración. También pretende dotar de mayor autonomía a la figura del "directivo público profesional", con la perspectiva de "ofrecerles carreras profesionales más largas" en la Función Pública.

Sin cita previa

El ministro ha desgranado este miércoles en su comparecencia en el Congreso de los Diputados las que serán las prioridades de su departamento durante la presente legislatura. Una de ellas es la eliminación de la cita previa en todas las administraciones, para así suprimir restricciones de acceso, especialmente para aquellos ciudadanos con más dificultades de conexión telemática.

No totalmente, pero sí en un sentido obligatorio. Es decir, cualquier servicio no podrá negarse a atender a un ciudadano escudándose en que es imprescindible pedir cita previa para ello. Aunque habrá servicios que para una gestión más ágil sí podrán seguir agendando atenciones programadas con los usuarios.

Otra novedad que ha explicado el titular de Transformación Digital y Función Pública pasa por modernizar la administración e integrar la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías para mejorar la atención al ciudadano. En ese sentido, Escrivá ha avanzado que su Ministerio ultima un programa informático para ayudar a los funcionarios a la hora de confeccionar las cartas y demás comunicaciones que luego envían a los ciudadanos, con el objetivo de hacerlos más entendibles.