Subgobernadora

El Banco de España advierte a la banca de que no se está preparando nada para el alza de la morosidad

"Es de esperar un deterioro de la calidad crediticia y por ello los supervisores recomendamos que los bancos refuercen sus políticas de capital y provisiones", ha insistido la subgobernadora Margarita Delgado

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, durante una intervención en el foro de Funseam en Barcelona

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, durante una intervención en el foro de Funseam en Barcelona

Pablo Allendesalazar

Toque de atención del Banco de España a las entidades financieras. El organismo supervisor lleva meses instando a los bancos a reforzarse para afrontar el previsible incremento de la morosidad y la pérdida de valor de activos que provocará la desaceleración económica causada por la abrupta alza de tipos. Pero la subgobernadora, Margarita Delgado, ha elevado este miércoles un peldaño el tono. "Dada la incertidumbre reinante, es de esperar un deterioro de la calidad crediticia y por ello los supervisores recomendamos que los bancos refuercen sus políticas de capital y provisiones", ha insistido antes de advertir de que "no hay ninguna anticipación" por parte de las entidades. 

En unas jornadas organizadas por la patronal bancaria AEB, la número dos del Banco de España ha basado su crítica sobre la falta de preparación de los bancos europeos y españoles en dos datos. Por un lado, ha resaltado que los créditos en vigilancia especial por su alto riesgo de impago (9,29% del total) se vienen reduciendo en la zona euro desde el máximo del tercer trimestre de 2022. "Esto quizás nos haga reflexionar sobre si las entidades están capturando adecuadamente mediante sus sistemas de alerta temprana el deterioro de las condiciones económicas y financieras. Bajo las circunstancias actuales de ralentización económica, incluso recesión técnica en algunos países europeos, cabría esperar que este segmento de acreditados fuera mayor, o por lo menos que su peso en el total aumentara", ha alertado.

Como segundo argumento, ha subrayado que los créditos refinanciados están bajando de forma notable en la zona euro (17,8% hasta junio), principalmente por la reclasificación de muchos de ellos a la categoría de créditos normales. "Nos debería hacer reflexionar sobre si son fruto de la fortaleza del empleo y de la actividad empresarial y, por lo tanto, todavía no reflejan en toda su magnitud los efectos de la subida de tipos de interés. Este hecho es muy relevante de cara al cierre de resultados de 2023 en el que los bancos deben prestar mucha atención a la evolución de la calidad crediticia en un contexto de crecimiento débil, alta inflación y mayores tensiones geopolíticas", ha advertido.

Beneficios amenazados

Delgado, en este sentido, ha destacado que la subida de los tipos del Banco Central Europeo (BCE) para combatir la alta inflación ha tenido "en general un impacto positivo y significativo" en los beneficios de la banca europea. Así, ha señalado, el encarecimiento del dinero se ha transmitido de forma "mucho más rápida" a los créditos que a los depósitos, mientras que "aún" no ha tenido reflejo en un aumento de la morosidad y las provisiones. De hecho, el coste del riesgo (peso de las provisiones sobre el saldo de crédito) ha bajado en un año del 0,52% al 0,45%. Todo ello ha provocado que la rentabilidad sobre el capital haya subido del 5-6% de antes de la pandemia a rondar al 10%. En España, el aumento de los ingresos básicos ha sido aún más "abultado" que la media, de manera que si bien se ha compensado en parte por las mayores provisiones que en la zona euro (1,09%), la rentabilidad es también mayor, del 12%.

Pero la mejora de los resultados tiene los días contados: "En el corto plazo, el endurecimiento de la política monetaria todavía no se ha visto trasladado en su totalidad y por ello, es de esperar que los incrementos de márgenes vistos recientemente no sean sostenibles en el tiempo". Así, los bancos españoles han trasladado el 50% del alza de los tipos a los créditos y solo el 29% a los depósitos a plazo de los hogares y el 45% de las empresas, que además son minoritarios frente a los fondos guardados en cuentas corrientes no remuneradas. "Sin embargo, esta situación puede cambiar en el futuro a medida que la liquidez en el sistema se vaya reduciendo", ha advertido.

A ello se suma el previsible deterioro de la calidad de los activos, algo que se verá "muy condicionado por la evolución de la economía en general y del mercado de trabajo en particular". Y por ello, ha insistido Delgado, "los sistemas de gestión de riesgo de crédito, en especial los de alertas tempranas, cobran un especial protagonismo en estos momentos de incertidumbre. Ello permitirá a las entidades anticiparse a potenciales incrementos de morosidad y adaptar la gestión de las carteras de una manera más eficiente".