Burbuja inmobiliaria

Crónica del fin de la época dorada del ladrillo: así fue la quiebra de Martinsa-Fedesa hace 15 años

La inmobiliaria que resultó la fusión de las compañías de Fernando Martín y Manuel Jove fue un gigante efímero

El concurso de acreedores de Martinsa-Fadesa fue el más alto de la historia de España

De izquierda a derecha: Fernando Martín (Martinsa) y Manuel Jove (Fadesa).

De izquierda a derecha: Fernando Martín (Martinsa) y Manuel Jove (Fadesa).

Gabriel Santamarina

El 15 de septiembre de 2008 fue el fin de un ciclo económico a nivel mundial. La quiebra del banco de inversión de Lehman Brothers destapó los fallos del sistema. En Estados Unidos, se habían calificado hipotecas con mal perfil crediticio como activos de la máxima calidad. A 7.884 kilómetros al este se vivirían las consecuencias más duras, en un país donde no se supo ver llegar una crisis e, incluso, se llegaron a detectar “brotes verdes” antes del cataclismo final, en palabras de Elena Salgado, entonces ministra de Economía en el Gobierno de Zapatero.

El estallido de la burbuja inmobiliaria en España no tiene una fecha exacta: los precios marcaron su máximo en 2007, pero la producción de vivienda continuó, aunque a menor ritmo. A su vez, los concursos de acreedores y quiebras tardaron en llegar, los primeros hasta 2008. Uno de los más relevantes fue el de Martinsa-Fadesa, uno de los estandartes de lo que fue el lustro (o década) dorado del 'ladrillo' patrio, del que se cumplen ahora 15 años.

Martinsa-Fadesa fue la unión de dos empresas, por un lado, Martinsa y, por el otro, Fadesa. La primera, encabezada por Fernando Martín, absorbió a la segunda, liderada por el gallego Manuel Jove, Manolo para sus amigos, previo pago de 4.045 millones de euros, de los que 2.200 fueron para su fundador y máximo accionista.

Fadesa y Manuel Jove

El imperio de Fadesa y Jove empezó en su tierra natal, en A Coruña. Comenzó trabajando como carpintero, aunque, tras emigrar Alemania, a su regreso, montó una empresa de reformas, que quebró. Esta no sería su primera aventura empresarial fallida. Posteriormente, montó Fincas Galicia, que tuvo el mismo fin. El éxito llegó con Fadesa, que empezó construyendo viviendas en Galicia, pero rápidamente se expandió por el resto de España, Portugal, Marruecos, Polonia, Francia o Rumanía.

Fadesa se estrenó en bolsa el 30 de abril del 2004, valorada en 1.442 millones de euros, convirtiéndose en la segunda mayor compañía inmobiliaria cotizada en España, solo por detrás de Metrovacesa. Tal era la expectación que, en su momento, fue la tercera acción que más volumen movió en una sola jornada en la bolsa nacional. En su último ejercicio cotizado, en 2006, facturó 1.281 millones de euros y logró un beneficio de 159,9 millones, aunque hubiese sido mayor si no hubiese tenido que destinar parte de este a la fusión con Martinsa, relatan las crónicas de la época.

Martinsa y Fernando Martín

Fernando Martín fue otro de los grandes reyes del 'ladrillo' antes de 2008, aunque para muchos es el presidente del Real Madrid que menos duró en su cargo. Hombre de confianza de Florentino Pérez, tomó el testigo de la presidencia del club blanco tras su dimisión. Duró poco. Martín aguantó el puesto solo dos meses, hasta que la junta directiva lo destituyó por traición a la institución mientras disfrutaba de unas vacaciones en Florida.

El origen del imperio empresarial de Fernando Martín fue la compraventa de suelos, entonces para un tercero, donde aprendió del sector inmobiliario. Su fama llegó más tarde, cuando se convirtió en el artífice de los barrios madrileños de Las Tablas y Montecarmelo, que, además de un éxito urbanístico, son uno de los lugares con los precios de vivienda más altos de la capital, especialmente fuera del centro de la ciudad. En contra de su mujer y su entorno, aunque siguiendo su ambición, cerró la compra de Fadesa con la intención de crear el mayor gigante inmobiliario de España.

Más allá del 'ladrillo' llegó a ser uno de los máximos accionistas de empresas como los supermercados Día, Unión Fenosa, Banco Santander o BBVA.

Fusión entre Martinsa y Fadesa

En una compraventa, uno tiene que vender y el otro que comprar. Para entender por qué Manuel Jove decide desprenderse de su empresa, en favor de Martinsa, hay que tener en cuenta sus circunstancias personales. En 2003, su hija mayor murió de un aneurisma cerebral muy joven, con solo 37 años, algo que marcó especialmente al empresario, al que siempre han descrito como un hombre muy familiar.

La operación se cerró en el restaurante madrileño La Dorada el 28 de septiembre del 2006, en una comida entre Fernando Martín y Manuel Jove; pero no se culminó hasta junio de 2007. Martinsa sería la que acabaría integrándose dentro de Fadesa, justo al contrario de la operación, donde Martinsa es la que compra a Fadesa. Este movimiento se hizo con un único fin, que Martinsa-Fadesa fuese una empresa cotizada, algo que hasta el momento solo lo era la compañía de Jove.

El ocaso de Martinsa-Fadesa

La alegría duró poco en Martinsa-Fadesa. El 14 de julio de 2008, solo 382 días después de cerrar su fusión, se decretó en suspensión de pagos. La deuda del grupo ascendía hasta los 7.000 millones de euros, que supuso el mayor concurso de acreedores de la historia de España, ni siquiera superado por el reciente de Abengoa, que se cifró en alrededor de 6.000 millones.

¿Por qué la empresa quebró tan pronto? El motivo principal, además de la ralentización del mercado inmobiliario, fue que Martinsa contrató un préstamo sindicado de 4.100 millones de euros para adquirir Fadesa, una cifra muy cercana a los fondos propios de los que disponía.

La compañía salió de concurso de acreedores en marzo de 2011, con un plan para devolver todo el capital prestado en el plazo diez años. Posteriormente, Martinsa presentó una modificación que no fue aceptada por los acreedores, que le abocó definitiva a la liquidación en febrero de 2015, que supuso el adiós definitivo de la mayor inmobiliaria del país.

¿Qué pasó con los principales protagonistas?

Manuel Jove falleció el pasado 2020 después de una larga enfermedad. Tras ceder el testigo de Fadesa utilizó todo el dinero recibido por la venta para montar Inveravante, un 'holding' especializado en invertir en el sector inmobiliario, hoteles, energías renovables y vinos. Entre sus filiales destaca Avantespacia, una promotora de viviendas que desarrolla su actividad principal en España, pero opera también en Marruecos, México o Brasil; Attica21, una cadena hotelera; Terraselecta, conformada por un conjunto de bodegas y una quesería, presentes en diferentes denominaciones de origen españolas; y Genera Avante, con proyectos de energía hidráulica y fotovoltaica en Panamá.

Fernando Martín mantiene su actividad, aunque en la sombra y tras casi perder la vida durante la pandemia tras contraer el covid-19, según 'El Cierre Digital'. 'El Mundo' informó, en 2018, que había vuelto a desarrollar proyectos inmobiliarios de la mano de sus hijos en Madrid y Andalucía y que, incluso, sus empresas alcanzaban una facturación de más de 100 millones de euros. En esta etapa vital, apuesta por la máxima discreción.