Hasta marzo

La banca eleva a 25.800 millones las hipotecas que vigila por su riesgo de impago

La normativa bancaria considera préstamos morosos o de dudoso cobro aquellos que acumulan más de 90 días sin que las cuotas sean abonadas o presentan indicios muy claros sobre el deterioro de la capacidad de pago del cliente 

La banca eleva a 25.800 millones las hipotecas que vigila por su riesgo de impago.

La banca eleva a 25.800 millones las hipotecas que vigila por su riesgo de impago. / JOSÉ LUIS ROCA

Pablo Allendesalazar

Al contrario de lo previsible y de lo sucedido en otras crisis, la morosidad de los créditos bancarios no ha aumentado durante la pandemia y el choque inflacionista de los últimos tres años. De hecho, y pese a la brutal escalada del euríbor, la morosidad de las hipotecas se mantuvo en marzo en el 2,1%, su nivel más bajo desde junio de 2008 (albores de la Gran Crisis Financiera). Sin embargo, los bancos, cajas y cooperativas de crédito vienen detectando desde el año pasado un aumento del riesgo latente de que los hogares no puedan hacer frente a sus deudas. Las entidades, así, tenían al cierre de marzo hipotecas por valor de 25.809 millones de euros en vigilancia especial por su alto riesgo de impago, 3.050 millones y un 13,4% más que un año antes y 112 millones y un 0,43% más que en diciembre, según datos del Banco de España.

La normativa bancaria considera préstamos morosos o de dudoso cobro aquellos que acumulan más de 90 días sin que las cuotas sean abonadas o presentan indicios muy claros sobre el deterioro de la capacidad de pago del cliente (por ejemplo, que una empresa tenga patrimonio negativo). Adicionalmente, obliga a las entidades a tener en vigilancia especial aquellos préstamos cuyo riesgo de impago haya aumentado significativamente, pero no cumplan los requisitos para ser considerados morosos. Incluyen, de forma general, los que llevan impagados entre 30 y 90 días. Estos son los que están creciendo, lo que supone un indicador adelantado de las crecientes dificultades que experimentan muchos hogares para hacer frente al abono de sus hipotecas.

En su primer informe de la situación financiera de los hogares y las empresas publicado este jueves, el Banco de España subraya precisamente que "se detectan algunos indicios de deterioro de la calidad crediticia" en los préstamos concedidos a las familias por el aumento de los créditos en vigilancia especial. Los hogares, expone, están mejorando su riqueza bruta desde finales del año pasado gracias a la "moderación" de la inflación. La mejora de sus ingresos, y en menor medida la reducción de su deuda, han provocado que la relación entre deuda y renta disponible haya bajado a niveles de 2003. Pero, "a pesar de ello, las familias con deudas a tipo de interés variable, y especialmente aquellas con rentas más bajas, habrían experimentado mayores dificultades para hacer frente al servicio de su deuda o a otros gastos".

Menos mora, más vigilancia

Las hipotecas en mora, así, han bajado en 3.084 millones de euros en un año hasta marzo, a los 10.601 millones. La subida paralela de las que están en vigilancia especial, con todo, ha provocado que el saldo de hipotecas problemáticas o improductivas para la banca (morosas más vigilancia especial) se mantenga en torno a los 36.410 millones. En tasa sobre el total de hipotecas, la morosidad ha bajado del 2,7% al 2,1%, mientras la vigilancia especial ha aumentado del 4,5% al 5,2%, con lo que la suma se mantiene en torno al 7,3%. No todos los créditos en vigilancia especial acabarán en morosidad, pero parte de ellos sí, lo que hace previsible que la tasa de mora comience a crecer a lo largo del año. 

El mayor impacto de la subida de 4,5 puntos registrada por el euríbor desde el cierre de 2021 todavía no ha terminado, si bien está en su recta final. Las mayores alzas de las cuotas, superiores a tres puntos porcentuales más el diferencial, las han sufrido y van a sufrir los 2,775 millones de créditos (70% del total) revisados con los datos del euríbor de entre el pasado octubre y junio. Normalmente se usa como referencia el euríbor de dos meses antes, con lo que las subidas de las cuotas más abultadas comenzaron en diciembre y se prolongarán previsiblemente hasta agosto. Después tenderán a suavizarse, pero en cualquier caso las cuotas seguirán subiendo sobre los incrementos ya registrados previamente, con lo que seguirán metiendo presión a los hipotecados. En ese contexto se explica el cruce de propuestas que están lanzando los partidos de cara a las elecciones del día 23.

Resto de créditos

El deterioro de la capacidad de pago de los hogares también se está produciendo en el resto de sus créditos, aquellos destinados a comprar bienes de consumo duradero o financiar viajeseducación o la compra de valores, por ejemplo. La morosidad de estos préstamos ha bajado en 1.777 millones y un 22,5% en un año hasta marzo, a los 6.103 millones. Pero aquellos en vigilancia especial han aumentado en mayor medida, en 2.271 millones y un 33%, hasta los 9.072 millones, con lo que la suma de créditos problemáticos ha repuntado en 494 millones y un 3,3%, hasta los 15.175 millones

De hecho, el incremento es más pronunciado desde diciembre, de un 7,6% y 1.075 millones, lo que implica que se ha producido un cambio de tendencia en este segmento. Su tasa de morosidad ha bajado en un año del 7% al 5,3%, pero la de vigilancia especial ha aumentado del 6% al 8%, con lo que la suma ha repuntado del 13% al 13,3%, al contrario que la de las hipotecas, que por el momento permanece estable. Las cuotas hipotecarias, además, son las últimas que dejan de pagar las familias, con lo que es probable que la morosidad crezca antes en el resto de sus préstamos.

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En el crédito empresarial, al contrario que en de los hogares, no se está produciendo un deterioro de la capacidad de pago. "La proporción de empresas financieramente vulnerables habría continuado descendiendo y no se aprecian señales de un deterioro significativo de la calidad crediticia de las empresas", apunta el Banco de España en su informe del jueves. Así, ha bajado tanto la morosidad (en 4.252 millones y un 16%, hasta los 22.117 millones y una tasa del 4,6%) como la vigilancia especial (en 9.536 millones y un 17%, hasta los 46.231 millones y una tasa del 9,7%). Una mejora que no solo han experimentado las grandes compañías, sino también las pymes y autónomos, cuya morosidad ha bajado del 7,4% al 6,6% y sus préstamos en vigilancia especial del 14,1% al 11,8%. "Las caídas han sido más acusadas en los sectores que se vieron más afectados por la pandemia, cuya capacidad de pago ha mejorado de forma notable desde 2022, al normalizarse la actividad económica tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad", ha apuntado el supervisor.

"La situación económica de las empresas ha seguido mostrando, en conjunto, una evolución favorable, aunque con cierta heterogeneidad por sectores. Así, de acuerdo con la Central de Balances Trimestral, en el primer trimestre de 2023 aumentaron los excedentes empresariales, impulsados por el avance de la actividad económica y, en algunos casos, por la recuperación de los márgenes sobre ventas. Como resultado de todo ello, la rentabilidad de las empresas se situaría, en la mayoría de las ramas, en niveles superiores a los de antes de la pandemia, a pesar de que los mayores costes del servicio de la deuda estarían frenando el crecimiento de los beneficios empresariales", ha explicado el Banco de España

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