La suerte no ha sonreído a Mariona Caldentey esta temporada. Empezó como titular indiscutible para Jonatan Giráldez pero sus buenas actuaciones se vieron interrumpidas por tres lesiones -dos de ellas de larga duración- que la apartaron de los terrenos de juego un total de casi cinco meses. Pero la suerte también se trabaja. Y la de Felanitx tenía claro que quería estar en el momento clave del curso y ser importante en la final de la Champions, que se juega este sábado en Turín entre su Barcelona y el Olympique de Lyon (Dazn/19 horas). 

¿Cómo se encuentra?

Me encuentro muy bien, estoy disfrutando mucho de estos días. Han sido meses muy duros, con dos lesiones largas seguidas. Primero estuve ocho semanas y luego recaí y fueron diez. Al final todos queremos hacer nuestro trabajo. El fútbol es el mío y no podía hacerlo.

Sin embargo, llegó para el tramo final y ya está al cien por cien para el partido más importante de la temporada.

Llegar a estas fechas y sentirme bien y preparada con una final de la Champions por delante es el premio más grande después de todo lo que he vivido este año. Estoy muy feliz.

¿Cómo vive el vestuario este momento?

Con tranquilidad y confianza. Sabemos que estamos bien preparadas, que hemos trabajado mucho durante estos últimos años, que lo que hacemos nos está dando resultados y que no tenemos que hacer nada diferente. Sí que estos días estamos profundizando en el juego del Lyon, que es nuestro rival, y matizando algunos aspectos tácticos. Pero al final tenemos que consolidar todo el trabajo hecho.

¿Hacen algo especial en los días previos a la final o el mismo día?

Al contrario. Normalidad absoluta. Todo lo que rodea el partido ya es diferente. La gente que viaja, la prensa que se mueve, las entrevistas que tenemos... Todo es diferente y cuando tenemos tiempo para nosotras tenemos que estar tranquilas, cuidar el descanso, comer bien e intentar llevarlo con la máxima naturalidad posible. Disfrutamos de la semana porque es especial. Nunca sabes si volverás a jugar una final y hay que vivirlo al máximo.

Ganaron al Arsenal, al Wolfsburgo y ahora pueden vencer al Lyon en la final. ¿Lo ven como un modo de cerrar un círculo?

Sí, es una buena manera de explicarlo. Tampoco las hemos ganado nunca. Ni en la final, ni en semifinales o en cuartos en ediciones anteriores. Ni siquiera en el amistoso de pretemporada en Portland. Es un reto y a este equipo le gustan mucho los retos y los nueves estímulos. El sábado tenemos una buena oportunidad para lograrlo.

¿Han visto vídeos estos días sobre la final de Budapest en la que perdieron el título?

Hemos hablado de cómo fue todo, pero a nivel de imagen todo ha quedado atrás. Han pasado tres años y han pasado muchas cosas. En el fútbol todo cambia muy rápido.

¿Ganas de ‘vendetta’?

Sí, sí, obviamente [sonríe]. No las hemos ganado nunca y siempre hay una primera vez para todo.

Precisamente porque no las han ganado nunca, ¿están trabajando más el aspecto psicológico?

No especialmente. Hay mucho trabajo hecho y ahora el equipo está en un momento muy maduro. Estamos preparadas para afrontar las distintas situaciones que se puedan dar durante el partido. Al final esto es algo muy difícil de entrenar porque el escenario no es el mismo cuando estás aquí en la Ciudad Deportiva o en el estadio de la final. Pero tenemos la tranquilidad y la confianza de que estamos haciendo las cosas bien y sabemos los recursos que tenemos.

Usted ya sabe lo que es marcarle al Olympique de Lyon. ¿Cómo de importante es marcar el primer gol del partido?

Son noventa minutos y pueden pasar muchas cosas, pero marcar primero es importantísimo. Empezar bien te da tranquilidad y confianza y desmoraliza un poco al rival. El año pasado, ante el Chelsea, la final no pudo empezar mejor. En el tercer minuto ya íbamos por delante y nos llenamos de confianza. Por eso vamos a intentar marcar el primero y hacerlo rápido, porque es nuestra mentalidad y porque es como salimos en cada uno de los partidos.

Decía que en 2019 sentían que no tenían opciones. Ahora incluso se habla de que son favoritas. ¿Cómo es posible este cambio en solo tres años?

No sé si somos o no somos favoritas. Es verdad que ganamos la Champions el año pasado, pero ellas han ganado siete. La nuestra es más reciente pero el Lyon tiene un bloque de jugadoras que también llevan mucho tiempo juntas. Ahora nosotras estamos logrando resultados, muchas cosas buenas y la gente confía en nosotras. Pero sea quien sea el equipo favorito va a ser una final muy disputada y los detalles marcarán la diferencia.

Se habla de esta final como un posible cambio de ciclo, del inicio una nueva era. ¿Cree que puede ser así?

Bueno, quizás sí. Ganar la Champions es muy complicado. El Lyon lo ha hecho siete veces y nosotras sería la segunda vez seguida, que creo que es lo más difícil. Y esto demostraría que este proyecto no fue esporádico sino algo sólido, que sigue avanzando. Es por lo que trabajamos cada día.

Llenaron el Camp Nou con dos récords mundiales de asistencia. Se prevé un desplazamiento masivo a Turín y un récord de asistencia en Italia. ¿Qué le dice esto?

Primero quiero dar las gracias a toda esta gente porque esto nos hace mucha ilusión y nos da fuerza. Lo único que podemos hacer nosotras es devolverles todo este cariño jugando bien y saliendo a ganar la final.  

¿Quedará alguien en Felanitx?

Mi abuela, que ya es mayor, y mi tía que se quedará con ella. Pero el resto, todos a Turín.