Nuevos incidentes en el fútbol balear. Esta vez ha sido en el Binissalem-Rotlet Molinar de la Tercera División balear (0-0), con el árbitro Pujol Salar suspendiendo por dos veces el encuentro y teniendo que hacer acto de presencia la fuerza pública. Los hechos han ocurrido solo dos semanas después de que se produjera un parón en el fútbol balear tras denunciar los árbitros el incremento de casos violentos en los últimos meses.

El partido, que ha sido intenso y con muchas tarjetas, se ha calentado pasada la hora de juego y después de que se encararan los dos banquillos. Según refleja el colegiado Pujol Salar en el acta, los entrenadores Alex Calero (Binissalem) y Miguel Ángel Ferrer (Rotlet) fueron expulsados “por salir del área técnica” y, junto a suplentes y otros técnicos, encararse. “Provocando una tangana entre ambos banquillos”, añade. También por encararse con el banquillo visitante fue expulsado el segundo entrenador local, Isaac Rodríguez.

Sin embargo, la trifulca no se ha quedado en el césped. Como relata el propio árbitro en el apartado concerniente al público del acta, “se requirió la presencia de la fuerza pública, a partir del minuto 72 tras unos incidentes en el público, entre ambas aficiones”.

La policía se presentó “diez minutos más tarde, identificando a varios individuos entre la afición local”, agrega. Entre ellos, el colegiado identifica “al responsable de las instalaciones (...), que durante la tangana saltó al terreno de juego”.

“Os tendrían que pegar cada semana”

Pasados esos incidentes, Pujol Salar añade que “en los minutos restantes” se escucharon insultos y frases como “os tendrían que pegar cada semana” o “no sirve de nada llamar a la policía porque os vamos a pegar igual”…

Por último, el colegiado incide en que tuvo que detener de nuevo el partido “en el minuto 93” durante un minuto porque “varios aficionados locales insultaron y provocaron” a los jugadores visitantes, seguidores que fueron “identificados por la policía”.