Rafa López y Hamza se despidieron ayer del Palma Futsal. Ambos jugadores comparecieron acompañados de José Tirado, quien les hizo entrega del tradicional reloj que el club da a los jugadores que se marchan, en una rueda de prensa conjunta celebrada en el Hotel THB El Cid. Tanto el cordobés como el ceutí mostraron su agradecimiento al club por estos años en la entidad, aunque reconocieron marcharse «con la espina de no haber podido jugar una final».

El cordobés Rafa López mostró su satisfacción por las dos temporadas en el equipo mallorquín: «En la vida hay que ser agradecido y le doy las gracias al Palma Futsal porque conmigo siempre se han portado muy bien, me han mostrado cariño y respeto como jugador y como persona, y eso es lo que me llevo». «Todos los del club me han ayudado a seguir mejorando y ser mejor persona. Mis compañeros me han ayudado a seguir creciendo como yo quiero ser y a nivel deportivo también me han ayudado mucho, debido al nivel de exigencia que te transmite el cuerpo técnico día a día», aseguró el cierre, que no quiso olvidarse de quien le convenció para trasladarse a la isla: «Me siento agradecido a Miquel Jaume, a que me diera la oportunidad de venir a su club y poder defenderlo».

Hamza se despide del Palma Futsal, después de tres años, «agradecido a Miquel Jaume». «Por darme la posibilidad de pertenecer a este club», aseveró el internacional por Marruecos. «Me siento un privilegiado por haber formado parte de la familia del Palma Futsal y haber vivido muchos buenos momentos», sentenció el ceutí, quien remarcó «el trato personal». «También estoy muy agradecido a la afición y nos queda la espinita de no poder conseguir algo grande», afirmó Hamza.