El Palmer Alma Mediterránea Palma visita este mediodía el Pazo Provincial dos Deportes de Lugo, que podrá contar en sus gradas con 1.500 espectadores, para enfrentarse al líder de la competición, el Río Breogán. Los dos equipos perdieron sus encuentros el fin de semana pasado; los locales en Granada por un contundente 97-80 y los de Ciutat en Son Moix ante Coruña por 65-75.

Esta segunda fase, de la que se han jugado siete partidos y tan sólo restan tres para que finalice la liga regular, está siendo irregular tanto para los lucenses como para los isleños. Los celestes han ganado cuatro partidos y han perdido tres; por su parte, los de negro han vencido en tres encuentros y no lo han hecho en cuatro. Los gallegos buscan seguir anclados en la primera posición de la tabla y los baleares necesitan ganar para consolidar la séptima plaza, que permite disputar las eliminatorias de ascenso. En la primera vuelta, Breogán venció en Son Moix por 74-76 en un duelo presidido por la gran igualdad entre ambos equipos.

Un líder que genera dudas

La clasificación y las estadísticas permiten etiquetar en principio al Río Breogán como el favorito para llevarse la victoria. Aventaja a su rival en puntos a favor, puntos encajados, porcentaje de tiros de 2, rebotes, balones perdidos y valoración; los inmobiliarios en esta segunda fase les superan en porcentaje de triples y de tiros de personal, asistencias y balones recuperados. Sin embargo, el conjunto dirigido por el tándem Pérez/Tomàs puede aprovecharse de las dudas, a pocas fechas del comienzo de las eliminatorias, que el equipo gallego está generando en el aspecto defensivo, que ha pasado de ser la mejor defensa (70,1) a ser la tercera (80,4) con menor intensidad, problemas en los ajustes y un balance defensivo deficiente y también en el ofensivo, con unos porcentajes en tiros de 3 que han decrecido notablemente, de 35,1% a 28,2%.

Además, el Palmer ha demostrado este año que es capaz de vencer a los líderes del momento. Basta recordar los encuentros de la primera fase frente a Granada, Castelló o Alicante. Como ha dicho Pérez: “Vamos a intentar matar a un gigante más esta semana”. Para ello los mallorquines intentarán que los jugadores rivales más determinantes, Larsen, Sollazzo, Ahonen o los hermanos Quintela, no se sientan cómodos en la cancha, mantener el tono físico durante todo el partido, cansarles en defensa utilizando transiciones rápidas y estar más acertados cara al aro de lo que estuvieron el viernes pasado ante Coruña. Como siempre, la intención es llegar al último cuarto con opciones de victoria y rematar al rival en las últimas posesiones.

Los técnicos mallorquines podrán contar con toda la plantilla, a excepción de Diego Rivas, que no ha viajado porque volverá a su club de origen, el Valencia Basket. La semana larga de entrenos ha sido positiva porque los jugadores tocados se han recuperado y ha servido para activar el grado de motivación de todo el grupo, que es consciente de la importancia del evento, de que es un partido de playoff disputado en la liga regular.