El mallorquín Adrián Abadía ya está en Tokio, en donde buscará a partir del 1 de mayo una plaza en el Preolímpico de saltos de trampolín. Será una prueba de fuego, tanto para el comité organizador de los Juegos Olímpicos como para los nadadores españoles.

«Llevamos un año esperando este momento, que ha sido pospuesto hasta en cinco ocasiones por la pandemia», explicó Donald Miranda, director técnico de la Federación Española (RFEN) y también del Centro de Tecnificació de les Illes Balears (CTEIB), en declaraciones a la web de la federación. «Vamos con siete deportistas y muchísima ilusión, aunque sabemos que va a ser duro. En las pruebas individuales habrá unas 12 plazas que quedan aún por asignar y, de estas, 4 o 5 a nuestro alcance, aunque pelearán por ellas unos 30 deportistas de unos 60 participantes por prueba, así que será una batalla durísima», añadió el técnico italiano, que, además de dar opciones a Adrián Abadía –al que entrena en el CTEIB y el Club Saltos Mallorca– en las pruebas individuales, también cree que puede clasificarse en «sincronizado 3 masculino». «Vamos a competir con Nico GarcíaBoissier y Adrián, una pareja nueva, en proyección y con muchísima ilusión», aseguró.