Los títulos, las copas y las medallas están muy bien, pero para cualquier tenista lo más importantes es poder compartir sus éxitos con los aficionados. Pese a que tras casi un año parece que nos estamos acostumbrando a ver los eventos deportivos sin espectadores en las gradas, la realidad es que para los deportistas el calor del público es casi de primera necesidad. Si bien es cierto que el tenis es un deporte donde la principal regla de las gradas es que reine el silencio, los aplausos ante un punto extraordinario, los ánimos en los pequeños lapsos de tiempo entre punto y saque, el aliento del equipo y la familia en el palco o la simpre sensación de que estás mostrando todo tu mejor versión a miles de personas en directo es la esencia de este deporte.

El regreso del público es otro de los objetivos de 2021 no solo de Rafel sino del tenis y del deporte en general. De momento el Open de Australia pone a la venta un 25% de las entradas de su aforo, es un primer paso para recuperar poco a poco la normalidad truncada por el coronavirus. Nadal tendrá un plus de motivación si tiene a su público en los asientos para ayudarle a cumplir sus retos.