Rafel Nadal se marchó de Londres sin el sueño cumplido de estrenarse en el palmarés del torneo maestros y con el objetivo por delante de descansar unos días y comenzar los entrenamientos para preparar un incierto Abierto de Australia. El descanso le durará poco, puesto que el calendario tenístico aprieta, y, aunque aún sea una incógnita para los primeros meses del año, el objetivo de Nadal es estar preparado para lo que venga a principios de enero.

Medios australianos reportaban en los últimos días la posibilidad de que el ‘major’ oceánico se jugara en abril, debido a las restricciones del Gobierno de Victoria (Australia), que no dejaría entrar a los tenistas hasta, como mínimo, el 1 de enero, y luego se tendrían que someter a 14 días de cuarentena, durante los que sí podrían entrenarse en las pistas del torneo.

«Si no se juega Australia, se jugará otra cosa», señaló Nadal. Sobre esta cuestión, el manacorí agregó no saber «cómo va a ser la situación. Tenemos que esperar lo que diga el Gobierno de Victoria (Australia). No podemos hacer mucho desde la ATP. No somos quienes para decir lo que es mejor para su país. Tenemos que ser pacientes y esperar su decisión».