Augusto Fernández fue intervenido ayer por el doctor Mir de las molestias que venía acusando por el síndrome compartimental. Se trata de una dolencia que sufren la mayoría de pilotos de motociclismo, en cualquiera de sus disciplinas.

El piloto mallorquín de Moto2 ha aprovechado el parón de dos semanas para ser intervenido y así intentar llegar a las últimas tres carreras del atípico campeonato de motociclismo que se está viviendo esta temporada.

Augusto ha sufrido en los últimos meses para poder finalizar las carreras en la categoría intermedia. Los músculos de su antebrazo derecho, cubiertos por una membrana, se dilatan debido al trabajo físico y estrés del pilotaje extremo y hace que el dolor y el agarrotamiento deje mermada la fuerza el pilotaje.

Augusto es un última carrera en el Gran Premio de Teruel.

La intervención, que consiste en abrir un pequeño corte en esta membrana para dejar espacio a los músculos, fue realizada ayer con total normalidad quedando en observación hasta la visita del doctor Mir durante el día de hoy, para que si todo esta bien, le pueda dar el alta médica de hospitalización hasta la próxima revisión antes de la carrera de Valencia los próximos 6,7 y 8 de noviembre.

“Afortunadamente, la operación ha ido muy bien y aunque estoy un poco dolorido ya estoy impaciente para volver a subirme a la moto en Valencia. Seguiré todas las indicaciones médicas para llegar en la mejor forma posible y poder dar lo mejor de mí en las tres últimas carreras del año. Agradecer la atención y los buenos cuidados que me ha brindado el doctor Mir y todo su equipo”, ha señalado Augusto tras ser intervenido.