A falta de puntos, el Mallorca ha recuperado la imagen que perdió frente al Leganés, en un partido que fue decepcionante. Ante el Real Madrid, el equipo de Vicente Moreno ha recuperado muchas de las virtudes que le han caracterizado: orden, presión y disciplina táctica. Ha fallado lo de casi siempre, el gol, aunque no ha sido por falta de oportunidades. Todo ello en un partido para la historia de la Liga porque ha debutado, a falta de ocho minutos, el mexicano Luka Romero, la perla del Mallorca. Con 15 años y 219 días ha protagonizado el debut más precoz de un futbolista en la historia del torneo.

El Mallorca cayó de forma digna y con polémica en el Alfredo di Stéfano ante un rival plagado de figuras que se limitaron a cumplir con el trámite para seguir en lo más alto de la tabla (2-0). El partido se desniveló a los dieciocho minutos de juego con un gol del que nunca los marca, el brasileño Vinicius, que aprovechó un pase de Benzema para poner en ventaja a su equipo. Pero la jugada nació de una falta previa de Carvajal sobre Dani Rodríguez lo que se conoce como una falta táctica en el centro del campo que el colegiado andaluz Melero López pasó por alto. Los jugadores del Mallorca protestaron pero no hubo nada que hacer porque el árbitro entendió que era una falta legal del defensa madridista. Para que nada pasara, contribuyó desde la sala del VAR Iglesias Villanueva, que nunca llama al árbitro cuando en esta ocasión parecía de cajón que había que avisarle para advertirle que hubo falta.

Esta jugada marcó el partido. El Mallorca ofreció una imagen muy diferente a la ofrecida ante el Leganésimagen muy diferente a la ofrecida ante el Leganés. Muy serio en todas las líneas, Moreno apostó por Febas en lugar de Salva Sevilla, seguramente pensando en el partido que en 64 horas debe disputar el equipo ante el Athletic en San Mamés. Por segundo partido consecutivo el técnico valenciano ha apostado por Sedlar para formar una defensa de cinco, con Pozo y Lago de carrileros. Muy bien el costamarfileño, muy metido en el partido y que le ganó claramente la partida a Carvajal.

Aunque Zidane demostró no fiarse de nadie, tampoco de un Mallorca que ya le ganó en la primera vuelta, el Real Madrid entró al terreno de juego de forma apática, un partido de trámite en un día más en la oficina. A los seis minutos, en dos jugadas consecutivas, Benzema y Bale, que regresaba al once titular tras un pequeño ostracismo por parte de su entrenador, obligaron a sendas intervenciones de Reina. A partir de ese momento, los rojillos se hicieron con el balón, aunque sin obligar a intervenir a Courtois. Parecía tener controlado el juego el Mallorca, que no el resultado. Pero su rival tiene tanta calidad que, cuando menos te lo esperas, te marca. A punto estuvo de hacerlo de nuevo Vinicius, pero su remate se estrelló en el larguero para suerte del Mallorca.

El gol de Vinicius no fue la única jugada polémica. A tres minutos del descanso, Raíllo fue objeto de un claro empujón de Sergio Ramos en una falta lanzada por Modric. El capìtán madridista ya tenía tarjeta amarilla, pero el árbitro se desentendió de nuevo.

La segunda parte empezó con otra acción polémica del mismo protagonista, que cometió falta sobre Budimir en otra jugada en la que bien podría haber visto tarjeta. Pero no iba a ser esta noche con este árbitro. El Mallorca no le perdió la cara al partido en ningún momento, tampoco después del segundo gol, marcado de falta por Sergio Ramos de forma magistral. Protestó Raíllo, que le dio con el codo en la acción de la falta.

La impresión hasta ese momento es que el Madrid, con muy poco, había cobrado una clara ventaja. El Mallorca, con mucho, seguía a cero en su casillero. Y eso que Budimir pudo acortar distancias solo dos minutos después en un remate de cabeza a gran centro de Lago que Courtois paró sin problemas. Lago ha vuelto al equipo y lo ha hecho con nota, desbordando y con una actitud encomiable, sin duda su mejor virtud. Estuvo participativo y resolutivo en su banda.

A falta de media hora Moreno optó por un triple cambio. Dio entrada a Salva Sevilla, Cucho y Gámez. Adiós a los tres centrales para jugar con una defensa de cuatro. Diez minutos después entró Salibur por Lago. Y, a falta de ocho, el debut más esperado, el de Luka Romero, que entró por Baba y se convirtió en el futbolista más joven en debutar en la historia de la Liga, con 15 años y 219 días. En ocho minutos el chaval fue objeto de una falta y se colocó en punta, emparejándose nada menos que con Sergio Ramos. El partido no dio para más. El Mallorca abandonó Madrid, dirección Bilbao, donde jugará ante el Athletic el sábado, sin puntos pero con la cara muy alta.