Ante Budimir no logra encontrar su forma ni momento con la vuelta a la actividad tras el confinamiento. Ayer, ante el Real Madrid, se le vio totalmente desconectado e incapaz de superar a los centrales. Una rápida tarjeta amarilla tras un codazo a Varane prácticamente le apartó de poder cuerpear por los balones aéreos, una de sus mejores facetas en el juego.

Es el pichichi del equipo, y cuenta con ocasiones de gol prácticamente en cada partido, pero no está acertado. Tuvo la oportunidad de recortar distancias con un remate claro de cabeza, pero incomprensiblemente envió el balón al centro de la portería, un remate muy sencillo de detener para Courtois. El croata necesita mejorar y parecerse al jugador que acumula nueve tantos en Liga si el Mallorca quiere tener opciones de salvarse.