Este Poblense ya es para siempre. El club se proclamó campeón del grupo XI de la Tercera División Nacional a falta de disputarse las once últimas jornadas del campeonato a causa de la suspensión de la competición provocada por el estado de alarma. Un título que se ha celebrado a lo grande a través de las redes sociales, pero que busca un premio mayor, el ascenso a Segunda B, tal y como la entidad reflejó en su cuenta de twitter. Este campeonato es el tercero como club de Tercera Nacional, que deja una 'alegria fosca', como se diría en buen mallorquín, entre los artífices de una extraordinaria campaña -jugadores, cuerpo técnico y directivos- y sobre todo para los fieles seguidores del conjunto blaugrana, así como para el municipio de sa Pobla.
Las gestas deportivas y los triunfos individuales o por equipos llegan a su clímax cuando estos se consuman y se festejan en las canchas de juego, pistas de atletismo o de tenis o cualquier otro escenario deportivo, sea de la disciplina que sea. La gloria le llega a todo deportista cuando, tras alcanzar sus objetivos, recibe el aplauso encendido de sus seguidores, el júbilo y los vítores de la multitud que ha presenciado aquel triunfo. Este año, por las circunstancias que han afectado a todo el país, los deportistas, todos y todas, han sido los grandes sacrificados en este aspecto.
Un título muy esperado
Volviendo al Poblense, vista su impecable trayectoria deportiva en la Liga y los ratios conseguidos a nivel nacional, contemplando todas las categorías del fútbol español, parecía tenía más que asegurado el canto del grito del alirón a final de temporada. Un momento que todos esperaban desde hacía 38 años, cuando aquel mes de mayo de 1982, el Poblense se proclamara campeón de la Liga a falta de dos jornadas para que finalizara la competición, bisando el primer título nacional conseguido la temporada anterior, también de la mano de Llorenç Serra Ferrer. Aquella temporada gloriosa 1981-82, la rubricarían los blaugrana con el primer y único ascenso a la Segunda División B. Fue una temporada histórica.
Los protagonistas de aquella gesta fueron Joan Mesquida, Martí Perelló, Jaume Pons, Tomás Gibert, Toni Hidalgo, Martí Munar, Joan Mateu, Miquel Pascual, Soria, Pep Moranta, Tolo Ferrer, Toni Rosselló, Joan Planas, Pau Amer, Miguelito, Guillem Cantallops y Joan MesquidaDamicomo masajista. Era presidente del club José Alorda Rios.
Si aquel último título de Liga conseguido y el posterior ascenso a Segunda B significaron unas gestas jamás conseguidas a lo largo de la trayectoria deportiva del club pobler, el título de campeón logrado este curso y el posible ascenso de categoría, sin duda alguna, también formarán parte de un capítulo histórico, que siempre será recordado como aquella hazaña rubricada el año de la pandemia del coronavirus y del confinamiento. También será un hecho para recordar. Y, sin embargo, empañado por unas indeseadas circunstancias.
Aun con todo, la campaña dibujada por el conjunto que dirige Óscar Troya, hasta la jornada 27, en que se dio por terminada la competición, arrojan unos números de récord, no igualados por ninguno de los casi quinientos equipos que conforman las diferentes categorías del fútbol nacional, desde Primera a Tercera División: 27 partidos jugados, 22 ganados, 5 empatados y ninguno perdido. Un total de 65 goles a favor y 19 en contra son los guarismos que hacen que el Poblense encabece como líder absoluto, con 71 puntos, todas las categorías del fútbol nacional.
A la espera de lo que les pueda deparar el polémico 'play-off exprés' diseñada por Rubiales y la Federación Española, toda la gran familia del Poblense -desde jugadores a aficionados, pasando por su técnico, presidente y directivos del club- coinciden en opinar que su gran deseo hubiera sido redondear sus objetivos sobre el terreno de juego, celebrando conjuntamente las alegrías o decepciones. A la vez, todos aceptan, convencidos, que lo que tiene que prevalecer, ante las actuales circunstancias, es velar por la salud de todos. Eso sí, la historia de esta temporada todavía no ha acabado.
