Ha provocado escalofríos en sus numerosos seguidores en las redes sociales, pero Rafa Nadal tenía tantas ganas de regresasar a Mallorca que ha aprovechado las inusuales altas temperaturas de estos días en la isla para darse un chapuzón en el mar en pleno invierno.

Desde la cubierta de una embarcación fondeada muy cerca de la costa, Nadal se tira de cabeza al agua y después se quita el salitre en la ducha de la popa del barco. Parece una escena veraniega, pero todavía es invierno, aunque este mes de febrero en la isla registra temperaturas anormalmente altas con máximas que superan ampliamente los veinte grados.

El campeón mallorquín demuestra estilo en este chapuzón urgente. Un brinco hacia arriba, pequeña parábola en el aire y picado para zambullirse en el mar, que en esta época del año suele registrar una temperatura que oscila entre los 14 y los 16 grados.

El tenista mallorquín ha vuelto a Mallorca tras participar en el Open de Australia, primer grande de la temporada, donde fue eliminado en los cuartos por el austriaco Dominic Thiem. La gira continuó despúes en Sudáfrica, donde el campeón mallorquín disputó un encuentro benéfico contra Roger Federer, que se convirtió en el partido de tenis con más público de la historia. Se disputó en Ciudad del Cabo ante 51.954 espectadores.